Esta idea publicitaria sigue a otros encargos previos que Gucci ha hecho a Ignasi en los últimos años.
Los murales, surrealistas y coloridos, evocan más famosos cuadros de El Bosco – El jardín de las delicias-, de John Everett Millais o el retrato de Giovanni Arnolfini de van Eyck. Los murales se encuentran en la plaza Largo la Foppa de Milán y la calle Lafayette de Manhattan.