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Blogs La capilla de San Álvaro por Luis Miranda

El patero del Jueves. Palquillo de entrada, por José Prieto

Luis Miranda el

 

Probablemente somos, de la Iglesia, el movimiento menos comprendido por la propia jerarquía, el más atacado desde fuera, y a veces desde dentro, por ser una de sus caras más visibles y expuestas; el menos eclesial, el más polémico y molesto, el menos coherente, el más independiente, el menos homogéneo. La escala cromática más completa de la Iglesia.

Por eso hay quien nos ve lejanos en el clero y en otros movimientos religiosos, y en la sociedad no religiosa. Como el mestizo al que alguna vez despreció un blanco y repudió un negro, aunque nosotros bien sabemos dónde estamos. Unos y otros tienen qué reprocharnos, desde la Iglesia hay quien nos ve defectos que fuera de ella no reconocen como virtudes, y viceversa; porque somos una viña del Señor en la que todo hay y no excluye. 

Pero, desde ayer, también somos los que llenamos los templos como pocos hacen y, una vez al año, los que colman de clientes hoteles y bares aunque no trabajemos por lograrlo y sea sólo beneficio colateral. Somos un medio de vivir la fe y de acercarse a Cristo cuyas formas no convencen a los más conservadores, en ocasiones ni a los que no lo son; pero que acerca a su palabra y educa a quien quiera oírla y ser educado, se lo digo yo, se lo pueden afirmar muchos como yo y mejores que yo. Como penitencia llevamos el ser los más pecadores de entre los pecadores, pues nuestros pecados son públicos, y si no lo son, alguno de nosotros los contará para que se conozcan, como público es nuestro testimonio de fe y nuestra catequesis, de la que no nos avergonzamos y nos esforzamos en mejorar artísticamente sin descuidar la caridad, que no es un mérito, sino una obligación. 

Esa es nuestra penitencia. Nuestra gloria, y nuestro orgullo, vivir con Cristo y caminar hacia Él. La santidad es la meta. Este puede ser, bien usado, uno de sus caminos. Nosotros no somos santos, sólo cristianos, católicos y cofrades. En ese orden. Somos las hermandades, y esta es nuestra Cuaresma. Cordobeses, con la venia.

 

Cuaresmario
Luis Miranda el

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