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Un ajedrez con ratones disecados y el «caganer» de Carlsen

Un ajedrez con ratones disecados y el «caganer» de Carlsen
Federico Marín Bellón el

Rachael Garcia es una taxidermista de Florida que ha tenido la ocurrencia de crear un juego de ajedrez con ratones muertos. Sería peor que estuvieran vivos, pensándolo bien, pero el resultado se me antoja bastante macabro. En todo caso, como estamos en fechas de regalos, me permito el lujo de volver a recomendar sencillez y contención, dentro del amplísimo catálogo de posibilidades. Un modelo clásico de piezas y tablero es insuperable y más barato; el primer ajedrez roedor lo ha vendido por 450 dólares. No obstante, los coleccionistas también pueden optar por el primer ajedrecista «caganer», con la figura de Magnus Carlsen, que se vende por menos de 20 euros.

Detalle de los monarcas. Foto: Rachael Garcia

En el juego ratonil, Garcia ha utilizado ejemplares blancos y marrones. La artista, de 31 años, cuenta a The Huffington Post que empezó a crear juegos de arcilla en la universidad. Después de estudiar taxidermia, el empleo de ratones era un paso casi natural. El juego de la foto le costó dos o tres horas diarias de trabajo durante un mes. Por suerte para ella, no tuvo que dedicarse a cazar los roedores, los conseguía de una empresa que los vende congelados para zoológicos (ella misma trabajó en uno) y dueños de reptiles. «Es mejor para ellos acabar sobre el tablero que en las fauces de una serpiente», segura, con una lógica aplastante.

Magnus Carlsen, en versión «caganer»

La idea del «caganer» ajedrecista es una innovación de la editorial Chessy, que ha recurrido al nuevo campeón del mundo, Magnus Carlsen, para darle realce. Esta figura típica de los belenes catalanes, también presente en Valencia, Canarias y Portugal, entre otros lugares, suele colocarse «escondido en un rincón, detrás de un arbusto, agachado y representando que está haciendo sus «necesidades»», explican desde Chessy. Se considera un símbolo de prosperidad y buena suerte y ya había políticos, futbolistas y otros famosos que tenían su propia figura, pero Carlsen es el primer ajedrecista.

Fabricado artesanalmente por la ceramista Anna María Pla, los pedidos pueden realizarse en la página web de la editorial. Tiene unas medidas de 12 centímetros de alto por 5 de ancho y cuesta 17,5 euros, más los gastos de envío.

 

 

 

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