ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs El blog de Jorge Cachinero por Jorge Cachinero

¿Por qué ganó Erdogan?

¿Por qué ganó Erdogan?
Erdogan.
Jorge Cachinero el

Recep Erdogan, presidente de Turquía, derrotó, el 28 de mayo de 2023, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de su país, a Kemal Kilicdaroglu, el segundo candidato con mayor número de votos en la primera ronda de éstas, y, así, fue reelegido presidente.

De esta forma, Erdogan prolonga su mandato actual más allá de los 20 años.

Estas elecciones se celebraron sin conflictos, sin disputas, sin incidentes y sin problemas.

Los observadores internacionales, desde la Unión Europea (UE) hasta la Organización para Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), entre otras, que fueron testigos de su desarrollo sobre el terreno, no han sembrado dudas sobre la legitimidad del proceso o sobre los resultados electorales, ni en la primera, ni en la segunda de las tandas de votaciones.

El único que se atrevió a cuestionar la limpieza de las elecciones fue el candidato Kilicdaroglu.

Éste, quizás, en una manifestación del mecanismo de la proyección psicológica, hizo alegaciones, sin pruebas, es decir, por lo tanto, falsas, de que, durante las elecciones, se produjo la interferencia de alguna potencia extranjera en los asuntos internos de Turquía.

Kilicdaroglu, líder del Partido del Pueblo Republicano (CHP).

Kilicdaroglu realizó estas afirmaciones durante la campaña, por motivos electorales y propagandísticos, y nunca despejó la incertidumbre sobre si esta misma acusación era aplicable, por alguna razón, a su candidatura.

Las elecciones turcas, en general, siempre se han dilucidado a través de campañas muy competitivas y con resultados muy ajustados.

En este aspecto, estas elecciones presidenciales de 2023 no se han distinguido de muchas celebradas con anterioridad.

Sin embargo, la amplitud de la atención internacional que estos comicios despertaron en todo el mundo, que llegó hasta el África subsahariana o hasta China, sí que fue novedosa con respecto a otros comicios anteriores.

Asimismo, como sucede en muchas regiones del planeta, estas elecciones turcas sufrieron de una polarización extrema, tanto entre los ciudadanos turcos como entre los programas electorales que presentaron los candidatos en liza.

El instinto político de Erdogan ha sabido ayudarle para que, a lo largo de los años, haya pasado de ser el favorito de Occidente a situarse muy cerca de Rusia, de manera destacada, en todo lo referente a su política hacia el Próximo Oriente, ya que, en su formulación original, ésta fue muy gravosa para los intereses turcos.

Putin (i), Erdogan (d).

Tanto es así que esta victoria de Erdogan está siendo digerida con preocupación en Estados Unidos (EE. UU.), en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en la UE, quienes ven que su influencia sobre Turquía desciende a medida que ésta ha venido realineando su política exterior con sus prioridades nacionales.

Por último, la oposición a Erdogan no pudo derrotarle porque no supo ofrecer al pueblo turco nada atractivo de manera suficiente como para hacerle cambiar de lo que ya conocían.

De hecho, la apuesta que el candidato Kilicdaroglu hizo, durante la campaña electoral, para cambiar la política exterior de Erdogan le perjudicó.

Las afirmaciones de Kilicdaroglu en este terreno, como “Turquía está rompiendo sus lazos con Occidente”, “Turquía debe reiniciar, de nuevo, el proceso de acceso a la UE” -algo imposible para la UE y costoso en extremo para Ankara-, “Turquía va a recordarle a Rusia que es miembro de la OTAN” -es difícil imaginar que Moscú se haya olvidado de este detalle no menor- o “Turquía debe sumarse a las sanciones de Occidente contra Rusia”, no le ayudaron en la consecución de sus ambiciones electorales.

En resumen, Erdogan fue el ganador de las elecciones por derecho propio.

Con todo, Erdogan es consciente, aun habiendo renovado su mandato por otros cinco años, de que un 75% de la población turca, de acuerdo con las encuestas que se han publicado al respecto, demanda cambios en la política de Turquía.

Por ello, el olfato político de Erdogan, de nuevo, le ha impulsado a nombrar un gobierno nuevo con caras renovadas.

Nuevo gobierno de Erdogan, 3 de junio de 2023, Ankara.

El gabinete cuenta, al frente de las responsabilidades más importante, con dos nuevos ministros, Hakan Fidan, de Asuntos Exteriores, y Yasar Guler, de Defensa, con un ex ministro de Economía, Mehmet Simsek, al que se le asigna mayores competencias, al frente de Hacienda y Finanzas, y con el ascenso a la vicepresidencia de uno de sus ministros del gobierno anterior, Cevdet Yilmaz.

Fidan, militar y anterior director la Organización Nacional de Inteligencia (MIT, en sus siglas en turco), desde 2010, sustituyó al anterior ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, uno de los diplomáticos turcos más veteranos y uno de los hombres de confianza más cercanos a Erdogan.

Guler, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas turcas, en las que ha servido durante 49 años, fue el máximo jefe militar durante las incursiones militares de Turquía en Siria, en 2019 y 2020, y, también, supervisó las operaciones militares posteriores en este país y en Iraq.

Simsek, que fue ministro de Economía, es un economista ortodoxo y muy apreciado por los mercados financieros internacionales, con los que está muy bien familiarizado tras haber desarrollado parte de su carrera profesional con Merryl Linch, una firma internacional de servicios financieros, de banca de inversión y de banca privada.

Por último, Yilmaz, fue, con anterioridad, ministro de Desarrollo.

Con toda seguridad, Erdogan remodelará, también, muchas de las instituciones del Estado turco.

Todo ello con el objetivo de dar continuidad a muchas de las políticas que el presidente turco ha puesto en marcha, de forma especial, durante los últimos años.

 

EconomíaEspañaMundoOtros temasUnión Europea

Tags

Jorge Cachinero el

Entradas más recientes