Modi en Moscú

NB: Este artículo es una versión distinta de la que fue publicada anteriormente con un título distinto en El Economista.

El primer ministro de la India, Narendra Modi, visitó Moscú el 8 y el 9 de julio de 2024 en su primer viaje oficial al extranjero tras haber sido reelegido por tercera vez consecutiva.

Modi no había visitado Rusia desde que, en 2019, participó en el foro económico de Vladivostok.

El tono de los encuentros lo marcó la invitación que el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, hizo a Modi a su casa de campo, en las afueras de Moscú, en la velada previa a las sesiones de trabajo.

India considera a Rusia un socio estratégico prioritario, no en balde, su balanza comercial se ha multiplicado por tres en los años pasados hasta alcanzar un valor de $65 millardos.

La conexión indo-rusa se define en Nueva Delhi como “sólida” y cuenta con orígenes que se remontan mucho tiempo atrás.

India está persuadida de que el éxito y la longevidad de estos lazos residen en dos factores.

India y Rusia tienen intereses propios que, a la vez, convergen de manera fundamental y sus relaciones están en proceso constante de adaptación a los cambios en el entorno internacional.

Esta es la receta del éxito y de la permanencia de un vínculo tan estrecho entre los dos países.

La cita de Modi en Moscú tuvo una importancia singular para la India porque su gobierno atisba que ambas naciones se adentran en una etapa nueva de las relaciones internacionales.

Esta fase está protagonizada por el surgimiento de nuevas fuerzas, la reestructuración de la cooperación económica mundial y la modificación de los sistemas bancarios y financieros globales tradicionales.

Nueva Delhi está convencida de que ésta será la primera cumbre entre los dos líderes durante una era nueva de geopolítica multipolar.

El gobierno de India caracteriza el conflicto en Ucrania como una amenaza existencial para Moscú, que está redefiniendo los contornos de la seguridad europea y que está dando a luz un orden mundial diferente que pervivirá durante las décadas próximas.

El proceso que se inició en febrero de 2022 es comparable para las autoridades indias con otros momentos de inflexión para el mundo como fueron los años 1815, 1914 o los 40 del siglo pasado.

Los equilibrios de poder surgidos de la II Guerra Mundial están siendo revisados y Nueva Delhi cree que su relación con Rusia agrega predictibilidad y permanencia, especialmente en Eurasia, a un mundo que es altamente incierto.

India es neutral ante la crisis de Ucrania.

Sin embargo, el gobierno indio está comprometido con la reformulación de los principios de la seguridad europea y con garantizar un papel destacado para Eurasia en el mundo por venir.

La conectividad entre India y la gran masa continental euroasiática a través de Irán y de Vladivostok es crítica.

Asimismo, India se opone al surgimiento de un período nuevo de Guerra Fría en el mundo y al aislamiento internacional de Rusia.

En definitiva, el éxito de la reorientación de la economía de Rusia hacia el este, hacia Asia, es de una importancia decisiva para la India.

Rusia, por su parte, reconoce y aprecia el que la India haya estado cerca suya durante los tiempos difíciles por los que tuvo que pasar desde el comienzo de su Operación Militar Especial en Ucrania.

Rusia es consciente de que los negocios y las empresas de los dos países tienen identificadas oportunidades inmensas que podrían materializarse en sus mercados respectivos.

Para ello, ambas naciones están considerando la creación de una zona de libre comercio entre Rusia y la India, en la que se protejan adecuadamente las inversiones de cada parte y en la que se utilicen mecanismos y sistemas de pagos diversificados para compañías y para individuos.

La cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se celebrará en Kazán, capital de la república rusa de Tartaristán, durante octubre de 2024 será la oportunidad perfecta para avanzar en el desarrollo de instrumentos financieros alternativos a los tradicionales.

Los corredores logísticos norte-sur, la energía nuclear de uso civil, la cooperación ruso-india en el Ártico, la gestión de residuos o las ciudades inteligentes son algunos de los asuntos prioritarios que Rusia y la India abordarán conjuntamente durante los años venideros.

Estados Unidos (EE. UU.) criticó públicamente a Modi por esta reunión y le pidió explicaciones a la India por mantener su interlocución y su colaboración con Rusia.

El secretario de Estado y el asesor de seguridad nacional estadounidenses, Blinken y Sullivan, respectivamente, no entienden qué está pasando en el mundo.

Su proyecto de “aislar diplomáticamente, quebrar económicamente y derrotar militar y estratégicamente” a Rusia para convertirla en una nación paria no se está cumpliendo.