Egipto y el Próximo Oriente

La política exterior de Egipto hacia el Cercano Oriente, sustentada en el principio de la restauración de las instituciones de los Estados nación para que todos los países tomen en sus manos el sentimiento de propiedad sobre la conducción de sus asuntos hacia el futuro, tiene, desde 2014, tres objetivos estratégicos.

1.- En el plano de la geopolítica, Egipto busca involucrarse políticamente, aún más, si cabe, en la región buscando un mayor nivel de coordinación con otros países y de construcción de asociaciones más numerosas y profundas con los grupos de interés de todos éstos.

Para ello, Egipto está impulsando regionalmente numerosos mecanismos de consulta para abordar las raíces de las crisis internas y de los impactos de las intervenciones de actores externos sobre los países de la zona con el objetivo de aumentar la estabilidad en toda la región.

Ejemplos de lo anterior son los Foros Trilaterales, en marcha, con Jordania e Irak para fortalecer los lazos económicos y sociales entre los tres y, específicamente, para preservar la identidad árabe de este último.

Asimismo, Egipto está creando diversos comités dentro de la Liga Árabe para estimular que todos sus miembros participen en la identificación de las amenazas internacionales que puedan salpicar al Próximo Oriente y, de forma complementaria, en la prevención de sus consecuencias regionales.

2.- En el ámbito de la economía, el objetivo de Egipto es reforzar la interconectividad entre Egipto y la región y, para ello, impulsa la diplomacia económica como una herramienta decisiva de su política exterior.

Dicha integración regional está dirigida a propiciar el desarrollo bien de infraestructuras o bien de redes de energía compartidas, en línea con las ambiciones del Foro del Gas del Mediterráneo Oriental –Eastern Mediterranean Gas Forum (EMGF), en inglés-, creado, en 2022, por la Autoridad palestina, Chipre, Egipto, Francia, Grecia, Israel, Italia y Jordania.

En el caso del EMGF, a la vista del potencial inmenso de riqueza que alberga la cuenca de gas del Mediterráneo Oriental, este proyecto ambicioso de integración regional busca solidificar la cooperación de proveedores, de compradores y de los países de tránsito de la región del Mediterráneo Oriental para el desarrollo de una infraestructura para el comercio de gas dentro de la región y con los mercados externos.

3.- Por último, Egipto tiene marcada una agenda de contención de crisis presentes y futuras, regionales o internacionales, que puedan desestabilizar al Próximo Oriente durante los próximos años.

Entre todas ellas, destacan las originadas por el terrorismo islámico radical, que está apalancado en torno a una ideología sectaria propagada por líderes religiosos, sobre los que Egipto quiere poner el foco, los flujos de refugiados -en Egipto, existen, actualmente, 6 millones de desplazados provenientes de 58 países distintos-, el tráfico de seres humanos o el tráfico de materiales y de sustancias ilegales.

Egipto realiza una evaluación sobria y realista de la situación en el Próximo Oriente -región en la que, durante los últimos años, se han extendido la inestabilidad y un vacío de liderazgo notables- y parece estar decidido a hacer su contribución para sacarlo del ciclo de guerras, terrorismo, inestabilidad, pobreza y gobernanza débil en la que ha estado sumido durante décadas.