Hace unos días leí unas declaraciones de Rosa María Sardá en la que decía que gracias a los socialistas tenemos una Seguridad Social que es la envidia del mundo, así con estas palabras.
No era algo reciente, sino de diciembre de 2019, quizás alguien con mala uva lo sacaba a pasear. Al leer la entrevista (El Español), hubo otra cosa que llamó mi atención aún más poderosamente. Una frase concreta: “… tantas cosas que han traído los socialistas y que antes no existían”.
La frase empezó a parpadear en mi confinada cabeza como un neón de la Gran Vía. Ahí estaba todo, ahí había décadas de vida española, en una frase que ya había escuchado miles de veces.
Los socialistas “nos traen”, “nos lo traen”. Se usa ese concreto verbo para ellos. Ellos nos trajeron la democracia, nos trajeron las libertades y nos trajeron la Seguridad Social. ¡Menos las mascarillas nos lo han traído todo!
Pero ¿de dónde lo trajeron? Se habla de ellos como de Reyes Magos de un oriente lejanísimo. Son como epifánicos. Revelaciones. Llegaron y nos trajeron, como si fuéramos nosotros tribus amerindios, cosas que aquí no había. Espejitos, pólvora. Cosas nuevas. ¿De dónde las trajeron? ¿Cómo fueron allí? ¿Cómo volvieron? ¿De qué barcos bajaron con sus nuevos abalorios?
Porque esas cosas aquí no estaban, ni las conseguimos del terreno, ni salieron de nosotros, ni se lucharon, ni estaban latentes en nuestra vida, en nuestras cosas, no, esas cosas fueron traídas, fueron importadas por los socialistas, ¡en un import-export del progreso!
Es el verbo asociado al socialismo: traer. Antes aquí no había cuidados, ni hospitales. No había casi nada. Vivíamos en una noche oscurísima hasta que los socialistas, como si fueran una tribu nómada de guerreros mongoles, llegaron con lo nuevo.
Al ser “los que lo traen”, los agentes históricos de la novedad, a veces parece que ellos tampoco estaban aquí, que llegaron también con lo nuevo, como enviados de una civilización superior a este pobre páramo. Recuerdo el título de esa película de título amenazante: “¡Que vienen los socialistas!”. No estaban aquí. Vinieron. Millones de ellos. Aparecieron un día como extremeños en América y nos lo trajeron todo.
