Antes de que se me tire nadie a la yugular quiero dejar claro que este titular tan provocativo no responde, en absoluto, a mi manera de pensar. Es, justamente, un señuelo para que usted pique y me lea. Aclarado este punto quiero contarles algo. Vengo a hablarles hoy de una mujer llamada Marisa Mayer. Puede que usted no sepa quién es pero enseguida le saco de dudas. Mayer es una guapÃsima rubia, la tÃpica norteamericana de pelÃcula pero que, además de ser guapa, rubia, alta y esbelta, es ingeniera, informática, profesora y con un máster en informática por la Universidad de Stanford. Cualquier que posea unos mÃnimos conocimientos sobre cómo funciona el sistema educativo estadounidense sabrá que un CV asà no lo tiene cualquiera. Obviamente esta formación, unida a una más que probable increÃble capacidad de trabajo, la llevó a escalar puestos en Google hasta llegar al puesto que ocupa ahora en Yahoo, siendo la CEO del gigante. Es decir, la que más manda en esa grandÃsima empresa que opera en la práctica total de todos los paÃses del planeta (dictaduras comunistas, aparte, claro está)
Marisa Mayer ha llegado tan alto que ha roto el famoso techo de cristal, demostrando que siendo mujer también se puede lograr esa cota de responsabilidad, a pesar de las reticencias del mundo masculino. Mayer acaba de anunciar que será madre de gemelas en diciembre. Una sorpresa que ha generado un intensÃsimo debate porque, además ha explicado que se cogerá tan solo dos semanas de baja por maternidad. Igual que hizo la otra vez que fue madre hace ahora 3 años.Â
Y aquà comienza mi reflexión sobre el tema. Primero me gustarÃa abordarla desde el punto de vista de la empresa, desde la óptica del trabajo. No se me escapa, desde luego, que la responsabilidad del trabajo ejercido por la señora Meyer es mayúsculo. Por eso ganará, además muchÃsimo dinero, más que el que cualquier mortal puede aspirar a ganar en varios años. Su trabajo se presenta como algo sumamente importante, y de hecho lo es, como para no poder abandonarlo más allá de 15 dÃas. Dos semanas que necesitará para recuperarse del parto que, viendo que son gemelas, pues hasta lo mismo se programa la cesárea para evitar mayores complicaciones (quiero dejar claro que esta última frase la estoy diciendo en forma absolutamente irónica). De la lactancia, mejor ni hablamos. Parece más que obvio que recurrirá a la leche artificial y, oiga, en todo en su derecho está.
Si Marisa decidiera tomarse su baja por maternidad (doble) como el resto de las mortales, pongamos cuatro meses, en su caso cinco y en el caso de que fuese España (en USA las bajas por maternidad no son precisamente uno de sus grandes avances como nación) el puesto de Meyer deberÃa ser cubierto, al menos parcialmente. ¡Ya no te digo nada si Meyer fuese sueca y decidiese cogerse 18 meses por maternidad! Entonces, directamente, serÃa nombrada otra CEO y, probablemente Meyer perderÃa ese puesto que tanto trabajo le costó conseguir.
Lo más probable es que usted lea esto y piense que “no es lo mismo tomarse una baja por maternidad siendo la CEO de Yahoo que si eres la peluquera de un barrio” Y, efectivamente, en términos económicos no es lo mismo. Pero todo esto es un análisis que deja de lado, desde mi punto de vista, la parte más importante de la ecuación. Como siempre.
Y deja la parte más importante de la ecuación porque, al menos en occidente, en los paÃses llamados civilizados, ser madre se ha convertido más en una condena que en una bendición. Al menos cuando la madre, que es la que se embaraza y pare (si los vientres de alquiler no se oponen) en la mayorÃa de los casos, trabaja. Y ya sabemos que no son iguales los trabajos. Vale. Eso es cierto. No tiene la misma responsabilidad un cirujano que una señora que reparte publicidad pero hay un hecho insoslayable en ambas si deciden tener hijos y ese hecho es, ni más ni menos, que ambas tienen derecho a vivir esa experiencia desde la tranquilidad, el sosiego y la calma que un buen puerperio requiere. Y, lo más importante, esos bebés que acaban de nacer y que desconocen todo en la vida salvo el olor de la piel y la voz de su madre. Y sÃ, puedo aceptar que un bebé se va a criar bien si está al cuidado de su padre, abuelos o cuidadoras. Pero no es lo mismo que la madre. No al menos los primeros meses (aunque yo creo que ese lazo indivisible dura de manera muy potente hasta los dos) Desde luego no se van a morir, no se van a convertir en psicópatas ni van a desarrollar enfermedades coronarias. Lo sé. Lo sabemos. Pero es antinatura. Y las feministas de los años sesenta obviaron este contundente hecho cuando nos recomendaron salir a la calle recién paridas para luchar por nuestros derechos. Como si el derecho a tener un postparto no fuera tal o fuese propio de mujeres que no aportan prácticamente nada a la sociedad, salvo parir hijos.
Desconozco exactamente en qué momento se ha obviado por completo que somos mamÃferas y que toda nuestra biologÃa está diseñada para quedarnos al cuidado de nuestro bebé cuando éste nace. Y quién quiera negarlo está en su derecho de hacerlo pero que no niegue que está negando su propia naturaleza. Y, si está pensando que no soy feminista, lo soy. Pero mi feminismo reclama la diferencia biológica que no la de derechos y obligaciones. No somos iguales biológicamente hablando (independientemente de si tenemos o no hijos) Y esa diferencia no puede, no deberÃa ser obviada. Si quitamos la parte biológica del entendimiento de ser humano, es muy probable que no entendamos nada. O que se nos queden muchas cosas, muy importantes, además, sin ser tenidas en cuenta.
Llegados a este punto enlazo con el titular. ¿DeberÃan ser madres solo las pobres? Es una pregunta con trampa. ¿Saben ustedes por qué la hago? Porque las respuestas sobre la no baja por maternidad de la CEO de Yahoo son casi siempre en la misma lÃnea: “Es que ella tiene un puesto de trabajo muy importante y es difÃcil sustituirla” ¿Quieren saber qué se me pasa por la cabeza cuando escucho ese discurso? El libro Un mundo feliz de Aldous Huxley cuya distopÃa es un hecho real hoy dÃa en la tierra. Y si no se lo creen, saquen la punta de la nariz de su ombligo y echen un vistazo a lo que se cuece a nivel mundial. ¿En serio es avanzado tener que elegir entre ser madre y ejercer como tal con ser una gran profesional en tu ámbito laboral? ¿No les parece que nos estamos perdiendo algo? Partiendo de esa base, entonces no deberÃan tener hijos nada más que aquellas mujeres
No se trata de crear más guarderÃas. Además de que sea el Estado el que sea haga cargo de la Seguridad Social de la madre mientras ésta está de baja por maternidad, en lugar del empresario, lo de verdad deseable es que nuestra sociedad viera con buenos ojos y maravillada cada vez que el milagro de la vida se gesta y se produce. Tener hijos, desde el punto de vista de la biologÃa, es un privilegio, sin embargo los grandes “avances” de la “civilización” hacen muchas veces pensar que es una condena. Tengo la sensación de que nos hemos alejado tanto de nuestra esencia, que parece que hayamos borrado de nuestra memoria que tener hijos es fundamental para la supervivencia de la especie. Que sé que no todas las mujeres del mundo van a hacerlo y es un derecho legÃtimo que asà sea. Pero también les recuerdo que esa circunstancia, la de ser madres, lejos de ser un impedimento, deberÃa ser un plus. Que, al fin y al cabo, una madre que se queda en su casa una temporada a criar a su hijo, está haciendo un bien hacia la sociedad.
Salvo que alguien venga con un estudio cientÃfico demostrando que los bebés crecen más seguros y felices si son dejados en una cuna en una guarderÃa con 16 semanas de vida. Mientras su madre se siente la mujer más desgraciada del mundo porque ha hecho algo completamente antinatural. ¡Qué difÃcil es todo esto y qué poca solución tiene si no nos ponemos de verdad a ello!
PD. Cuando digo mujeres ricas/pobres estoy haciendo un paralelismo mujeres con trabajos de alto nivel salarial y mujeres con salarios mÃnimos o rozando el mismo.
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