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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Una conversación privada

Salvador Sostres el

Nadie puede sobrevivir a la publicación de sus conversaciones privadas o de su historial de búsqueda en Google, y eso suponiendo que sólo use Google y no más profundidad.

Absolutamente nadie podría sobrevivir a la publicación de sus mensajes directos, de sus sms o de sus conversaciones por Whatsapp o por Messenger. La educación es saberse comportar en cada ámbito y circunstancia. No es hipocresía, sino Civilización, decir que lo que hacemos en el baño no podemos hacerlo en el comedor.

En las sociedades libres, lo público es público y lo privado es privado. Las tiranías se distinguen por lo contrario: lo público se trata y se reparte en privado y la privacidad se expone y se controla en público precisamente para cortar de raíz la primera libertad -y de ahí todas las demás- de los ciudadanos. Los que desde el viernes llevan exigiendo la dimisión del exsecretario de Hacienda de la Generalitat y todavía dirigente de Esquerra, Lluís Salvadó, tampoco podrían sobrevivir a la publicación, fuera de contexto, de sus conversaciones privadas y jocosas. Yo tampoco podría. Nadie podría. Los políticos no viven en un plano moral diferente al nuestro y cuando les pedimos que encarnen esta fantasía lo que en el fondo les estamos pidiendo es que nos engañen.

Marta Rovira en Twitter -¡en Twitter!- ha tachado de inapropiadas las palabras de Salvadó y ha dicho que no se corresponden con el ideario de Esquerra. ¿Quién es Marta Rovira para juzgar las conversaciones privadas de los demás? ¿Desde cuándo nuestras conversaciones privadas tienen que guardar alguna correspondencia con un determinado ideario? Esquerra no puede obligar a dimitir a Salvadó y continuar siendo un
partido independentista porque un país nunca podrá ser libre si sus ciudadanos no son libres.

Lo que en cambio sí resulta inapropiado, y escandaloso, es que Marta Rovira y la vieja Convergència mintieran flagrantemente a los independentistas de buena fe -y en general a los catalanes- diciéndoles que todo estaba preparado para la independencia cuando en realidad no se había hecho nada. Y lo que desde luego no se corresponde de ninguna manera con el ideario de un partido que como ERC dice defender el autogobierno y la democracia en Cataluña, es el fanatismo provinciano, cobarde e indocumentado que nos ha dejado con nuestras instituciones intervenidas.

El señor Salvadó, exactamente lo mismo que los que tan cínicamente le atacan por la filtración de sus conversaciones privadas, tiene todo el derecho del mundo a decir lo que le plazca en privado. Si el sentido de justicia, de decencia y de vergüenza no os alcanza para defenderle, hacedlo por vuestro más elemental instinto de supervivencia, porque hay una cámara y un micrófono que nos espían a todos y más temprano que tarde, el respeto y la empatía que a Salvadó le niegas, la vas a implorar.

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