Salvador Sostres el 06 abr, 2017 Tras el oprobio de tantos días sin fútbol, volvió el Barça a Granada, con la baja de Messi, que ante el Valencia se hizo enseñar la quinta amarilla de su ciclo para llegar limpio al último y exigente tramo de la Liga. Costó de inicio acostumbrarse a ver a André Gomes de extremo derecho, en el 4-3-3 que propuso Luis Enrique y para el que parecía más propicio un jugador de las características de Denis Suárez. El Granada, sin sorpresas, hacía lo suyo con orden y temple pero con algunos errores defensivos causados por la presión alta del Barcelona que pusieron a prueba los reflejos del portero Ochoa. Curiosa estética la del arquero mexicano, muy ochentera, entre Toni Schumacher y Eva Nasarre. El Barça nacía en la presión y André Gomes estaba más preocupado de volver a sus tareas defensivas que de la creación en ataque. Neymar una vez más tuvo que cambiarse las botas y Rafinha corría con dificultades y pidió el cambio. Le sustituyó Paco Alcácer, y André Gomes volvió a su posición de interior y fue el recién salido quien también sin serlo empezó a jugar como extremo derecho. El equipo, que había salido bien, fue poco a poco perdiendo presencia y continuidad, desdibujándose en la intrascendencia como un país colapsado por la burocracia. Hasta el minuto 23 el Barça no fue capaz de a puerta. Lo hizo Suárez, a pie parado, con el interior de la puntera, y mandando el balón al travesaño. No fue gol pero lo mereció, por la delicadeza del toque y la inteligencia de la intención. Suárez a continuación puso de nuevo a prueba a Ochoa, que respondió con dos manos memorables que le merecieron la felicitación hasta del uruguayo cazador. En el 33, otro duelo entre el uruguayo y el mexicano que otra vez volvió a ganar Ochoa, en esta ocasión con el pecho y desde el suelo. En el 34, Mathieu demostró el poco fútbol que tiene, lo malo que llega a ser alejado de sus estrictas tareas defensivas. Se encontró un balón dentro del área, centrado por Neymar, y lo pateó de tal manera que yo creo que hasta la pelota lloró, ofendida por la vulgaridad del golpe que acababa de recibir. Lo más curioso es que en el 38 volvió a intentar rematar una falta como un clásico delantero centro y no llegó por milímetros. Pese a tales extravagancias, el Barça merecía marcar. Lo hacía todo bien menos concretar, descontando el remarcable acierto del guardameta Ochoa. El Granada generaba poco o nada. Y casi al final de la primera parte llegó lo que tenía que llegar y Suárez de vaselina batió a Ochoa. Después de algunas paradas de mucho mérito, Ochoa, que es el portero de las grandes Ligas que más paradas lleva esta temporada (125), dudó en una salida, se quedó a medias, y el uruguayo le elevó un balón exacto que materializó la superioridad visitante. Muy buen primer tiempo de Suárez; también de Neymar aunque sin tanto protagonismo. Otra buena noticia fue el regreso de Rakitic a su mejor nivel. La segunda parte empezó con el Granada pillando al Barça, mediante Saunier, al Barça en su único error defensivo en lo que llevábamos de partido. André Gomes falló en su cometido y Saunier cruzó una magnífica asistencia para Boga, que remató con gran precisión para el empate. Con el efecto euforizante del gol, el Granada empezó a gustarse y Saunier dio otra buenísima asistencia que no encontró rematador. El Barça cayó en la precipitación, desorientado. Iniesta empezó a ejercitarse en la banda. Y ya caída la noche, empezó a hacer frío en Granada. Los de Luis Enrique perdieron su principio de autoridad y el Granada era más elocuente en sus posesiones. Pero cuando más perdido parecía el Barça, otra vez apareció Suárez para bombearle una asistencia a Paco Alcácer, que de un potente disparon volvió a adelantar a su equipo. Entró Iniesta por André Gomes, flojo en general y culpable del empate. El Barça ganaba pero el Granada arañaba lo suyo y la idea del empate no era descabellada. Mathieu volvió a errar, ahora en sus tareas, y los locales casi consiguen lo que buscaban. Pero en el 80 Uche Agbo se autoexpulsó forzando su segunda amarilla por un agarrón absurdo y en el 82 Rakitic, de rebote, consiguió el tercero. En el descuento, Neymar marcó el cuarto. Gran partido de Suárez, en el cuerpo a cuerpo, en la creación, en la asistencia, en el gol y en la presión cuando su equipo no tenía el balón. Buen Barça sorteando el parón FIFA. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 06 abr, 2017