Salvador Sostres el 01 may, 2017 Las lesbianas de la CUP pueden profanar un templo pero cualquier ironía sobre las lesbianas o la CUP se toma como una agresión intolerable. Cuando el humor sólo puede correr de un lado no es humor. Son las Torres Gemelas, la checa de la calle San Elías -hoy se ha instalado en su lugar una notable frutería- y el Monte Calvario. Que la vulgaridad existe, y el crimen, eso ya lo sabíamos. El mal como posibilidad nos hace libres y por eso la bondad sin inteligencia no tiene ningún mérito. Lo que no podíamos imaginar es que La Derecha iba a degenerar en derechita cool, con su mala conciencia de dieta de loncha de pavo y su provinciano terror a que le llamen fascista por afirmarse en su identidad. Los islamistas no nos matan porque sean más fuertes sino porque saben lo que quieren y a nosotros nos asustan tanto las categorías fuertes y la grandeza de lo que somos y representamos que nos escondemos de Dios en lugar de defendernos de nuestros asesinos y así caemos como moscas. La Derecha ha sido infectada con el virus del populismo y la derechita cool pide perdón hasta por ser socialdemócrata y naturalmente desprecia mi discurso tan de centro y modesto, prudente y que no busca pelearse con nadie. Al final hasta por haber ganado la Guerra tendremos que disculparnos, como si encima fuéramos los malos por haber librado a España del yugo atroz del comunismo. Que dos lesbianas de la CUP se graben morreándose ante la Virgen de Montserrat y difundan el vídeo bajo el lema de “Nosotras también amamos, también follamos” se entiendo como una libertad y en cambio cualquier “vol au vent” que se escriba sobre la envolvente lésbica se considera nada menos que una incitación a la violencia machista, con la derechita cool al frente azuzando a la turba al linchamiento. Ni eres la derecha ni eres nada si no has guardado silencio ante el Señor de Pasión con una chaqueta verde aceite de O’Kean. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 01 may, 2017