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Blogs French 75 por Salvador Sostres

“Por favor, Santi, no nos hagas daño”

Salvador Sostres el

El PP se está comportando con Vox justo como Vox necesita que se comporte para crecer y devorarlo. El PP está acomplejado en el centro y siente una mezcla de vergüenza y miedo que le va a traer problemas y de los serios.

Casado no se atreve a actuar como un partido moderado y con las ideas claras y seguro de sí mismo, y enseña “sólo la puntita” por miedo a que Vox le acuse de venderse a los socialistas o de ser tan socialista como el PSOE. Es un tremendo error. El mismo error que cometió Casado en abril, cuando se acercó a Aznar y se alejó de Rajoy: es un error de falta de personalidad. Yo no sé si Pablo Casado no se cree lo que dice o no cree en su fuerza para llevarlo a cabo.

Sólo desde la moderación y desde el centro se ganan las elecciones, aunque a veces lleve algún tiempo. Yo supongo que esto Casado lo ha entendido, y entonces, cuando dice que la investidura no pero la legislatura sí -menuda ridiculez- o cuando no sale la noche electoral a decir que va a hablar con Pedro Sánchez para formar juntos un gobierno en favor del interés nacional para evitar que comunistas e independentistas destruyan la democracia y la libertad, y por supuesto España, lo que yo no sé es si el líder de la oposición no entiende lo que es el poder, no entiende lo que es el centro, o es que lo entiende y le da algún tipo de reparo o de asco.

Yo cuando me roban no voy al ladrón sino a la Policía. A la izquierda el asalto se lo supongo y cuando voy a la derecha me encuentro a unas niñas asustadas debajo de la mesa gritándole como unas histéricas a Santi Abascal: “por favor, no nos hagas daño”. Y a Abascal le basta con callarse para que su mito crezca como le crece la barba.

Hay dos cosas que alimentan el populismo: el miedo a que el populismo te gane y el miedo a que te llamen populista. Desde que el presidente Rajoy se fue, el PP tiene más miedo que esperanza. Cuando hablo con sus líderes se pasan mucho más tiempo explicándome por qué creen que no pueden hacer lo que en el fondo querrían hacer -largas peroratas que van a parar todas a Vox- que explicándome lo que van a hacer para concretar su proyecto para España. Más miedo que esperanza. Más tacticismo de tercera regional que estrategia nacional de partido alfa. Al final a Vox le va a bastar ser un partido racional, reconocible y moderado para ocupar el gran espacio que el PP está dejando no sólo en el centro sino en lo inteligible.

Casado tiene que decidir si quiere llegar a presidente y luego si está dispuesto a hacer lo que se precisa para lograrlo. Hay que recordar que pese a la mejora, 89 diputados es una deprimente y pésima marca, y que en cualquier otra época un poco menos desconcertante que la nuestra, le habrían corrido a gorrazos. Lo digo porque le veo muy tranquilo, por lo poco que tiene asegurado con sus pobrísimos resultados. Un buen primer paso en la correcta dirección sin duda sería que, más que tanto miedo a lo que pueda hacerle Abascal, de verdad temiera que le pasara lo de Rivera.

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