Felipe González está preparando una tribuna para El PaÃs en la que va a explicar por qué Pedro Sánchez no puede pactar con Podemos, ni con los independentistas, aunque tenga que sea al precio de renunciar a la presidencia del Gobierno y a su carrera polÃtica.
Alfonso Guerra ha escrito más o menos lo mismo en la revista Tiempo, como destaca hoy el ABC.
La vieja guardia del Partido Socialista empieza a reaccionar. Veremos si al final Susana DÃaz se atreve a ir a la guerra de verdad. Pero lo que sà es indiscutible es que a Pedro Sánchez, como dirÃa Franco, se le empieza a mover la tierra bajo los pies.
Por otra parte, Podemos no tiene la más mÃnima intención de pactar con el PSOE, y si se hacen los dialogantes es para no parecer inflexibles, ni los causantes de unas nuevas elecciones. Pero la estrategia de Pablo Iglesias es que, con o sin nuevos comicios, PP y PSOE acaben gobernando juntos, y pueda aparecer él como principal alternativa a la casta, y ganar asà las elecciones de dentro de dos años, porque poco más va a durar, en cualquier caso, una legislatura tan inestable.
Pedro Sánchez está dispuesto a traicionar todo aquello que su partido es y representa a cambio de rendirse a un partido que quiere burlarse de él para zampárselo.
Esto de las primarias para elegir secretario general, le ha dado últimamente al PSOE muy malos resultados. PodrÃan probar, ni que sólo fuera durante un tiempo, que los más inteligentes de la casa sean los que decidan a quién ponen al mando.
En la derecha lo hemos hecho siempre asÃ, y nos ha dado muy buenos resultados.
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