Salvador Sostres el 10 dic, 2018 Lo más hermoso de la final de un torneo que se llama Libertadores es que se ha jugado en la Madre Patria. No tan liberados. Aún cuando los hijos del Descubrimiento tienen algún problema, acuden a España para solucionarlo. Pusimos más Policía que nunca, es cierto, pero os portasteis muy bien. El paternalismo colonial es una forma de ternura. Y de libertad. Os dimos a Dios, os dimos el idioma y os dimos La Civilización. Ahora hasta os hemos dado hasta el Santiago Bernabéu, que no solemos dárselo a nadie. España es vuestro esplendor, vuestra luz, vuestra esperanza. Con todos los abusos que quepa denunciar y por los que quizá tendríamos que disculparnos, hemos sido vuestro puerto más seguro, vuestro acceso a casi todo lo que merece la pena en este mundo, y que vuestra máxima competición se llame Libertadores es dulce y digno, pero como habéis podido comprobar, algo exagerado. En Buenos Aires os queríais matar y en La Capital habéis estado pero que muy formales. Como si os hubiéramos vuelto a Descubrir, os hemos vuelto a dar la Cruz y a retirar las lanzas. Hay un rigor, hay una formalidad, hay algo inspirador en la metrópolis que no sólo no tiene que avergonzaros sino que os tiene que servir para estrechar los lazos. Tal vez la Copa Libertadores tendría en adelante que llamarse Copa España, o Copa Madre Patria, porque hemos sido, somos y seremos vuestro abrazo asegurado, vuestro más brillante vínculo con el progreso y vuestra mejor libertad. EspañaOtros temas Comentarios Salvador Sostres el 10 dic, 2018