Salvador Sostres el 24 jun, 2022 De la señora Oltra en su despedida lo que más me ha llamado la atención ha sido su cara de odio. Su expresión funesta que supura maldad. Sus muecas son una metáfora de la destrucción de la Humanidad. El día que la Tierra se desgaje los trozos inertes tendrán la forma de estas muecas. Dejando a un lado el motivo de su imputación, entre la primera rueda de prensa asegurando que no se iría, la fiesta aquella en que se puso a dar saltos, y el segundo encuentro con la prensa para anunciar su adiós he visto a una mujer retorcida, y no por la enajenación o la locura sino por la capacidad operativa que en el Mal tiene en cada uno de nostros. He visto en su mirada la semilla del diablo. He visto a Kathy Bates en Misery, creyendo que el amor es romperle los tobillos a su ídolo. El odio es sin duda lo más brutal que Oltra transmite, como si el mundo se hubiera helado. Pero luego están las muchas capas de resentimiento, de lo más profundo a lo más tonto. Y esa fanática presunción de tener razón cuando cada argumento es el equivocado. Toda ella es un error. Un catastrófico error. Toda su construcción es un dramático malentendido, y encara sólo toxicidad y un mensaje muy deprimente sobre lo poco que aún el hombre se ha librado de ser la causa única de su más dolorosa destrucción. No veo en Oltra a una política con la que discrepe, ni siquiera a una mujer que no me agrada o que me cae mal. Veo el drama. Veo el dolor. Veo el luto de Dios en cada una de sus palabras. Oltra es y representa todo aquello que la Civilización debe superar para poder mejorar, lo que los padres tenemos que enseñar a nuestros hijos a no ser, la importancia de abrirse desde muy pequeño a Dios para que el Mal no tenga tantos y tantos años para llevar a cabo su terrible plan en ti como ha hecho con la pobre Mónica. Sí, en el fondo, la pobre Mónica. Porque su extravío es tal, que pese al veneno con que tanto daño ha hecho a los demás, basta con verla para entender que ella es su primera víctima, y la más atroz; y sobre todo ante esperpentos tan parodiables y tentadores tenemos que recordar que nuestras características son el perdón y la caridad aunque sólo sea para que no terminen deformándonos la cara alguna de sus muecas. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 24 jun, 2022