Salvador Sostres el 31 may, 2019 Bartomeu es la metáfora de la decadencia política de Cataluña: ninguna idea, ningún proyecto de futuro, más miedo que esperanza. Valverde es lo que hay, aunque hayamos perdido, mucho más que por motivos futbolísticos, para todo el mundo comprensibles, por falta de carácter y por no saber dar la talla en los momentos decisivos. El Barça y Cataluña se parecen mucho, sobre todo en sus momentos más tristes: y de su todo o nada han salido igualmente cautivos y desarmados, vencidos. Sin saber reaccionar, sin entender cómo el pasado nos habla del futuro para que no volvamos a caer en el mismo error. Bartomeu, como Torra, persisten en lo que ya saben que no funciona porque son unos cobardes y jamás se arriesgarán a salr de su pequeñísimo y cantonal círculo de seguridades. Cuando Laporta casi pierde la moción de censura que le organizó el entorno de Sandro Rosell, tras dos temporadas en blanco y habiendo despedido a Rijkaard y a Ronaldinho, cenando una noche en el restaurante Drolma del Hotel Majestic, mi querido amigo Ramon Riera, le recomendó al entonces presidente que, para protegerse de más linchamientos, asegurara el tiro fichando a Mourinho. Laporta fue tajante en su respuesta: “Mira, Ramon, si en el mundo hubiera un solo entrenador y fuera Mourinho, el Barça jugaría sin entrenador”. A continuación nos anunció que había tomado ya la decisión de fichar a Pep. Se puede ser independentista, constitucionalista, de derecha o de izquierdas pero hay que saber de qué se habla, hay que saber hacer el trabajo, y en nombre de fantasmagóricos conceptos e ideaciones, el Barça y Cataluña, funcionando como metáfora y espejo el uno del otro, han arruinado en muy poco tiempo lo que era una historia de éxito. Y ambos por la misma falta de talento y de inteligencia, de altura moral, de determinación y de personalidad. Entre Bartomeu i Puigdemont, i entre Torra i Valverde, hay una misma dejadez intelectual, una misma incompetencia, un idéntico no entender lo que tienen entre manos ni la naturaleza del público al que se dirigen; y un mismo creer que existe la república catalana y que aún Valverde puede ser el entrenador del Barça. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 31 may, 2019