Ciudadanos se queja de que Rajoy haya pactado con Convergència la mesa del Congreso.
La Convergència de hoy es una degeneración de lo que una vez fue, pero mucho antes de que esta degeneración llegara, la única razón de ser de Ciudadanos y de Albert Rivera ya era atacar al nacionalismo catalán, también cuando estaba en la moderación.
Y hay que decir que, por muchos errores que Jordi Pujol haya cometido, estuvo siempre comprometido con la gobernabilidad de España. Cobró su precio, como todo el mundo, pero cumplió con lealtad y con responsabilidad, tanto con Felipe como con Aznar, a quien por cierto no vetó, a pesar de que el entonces líder del PP se había pasado dos años insultándole.
Rivera, en cambio, ¿qué ha hecho de momento por España? ¿Qué sacrificio ha hecho -en el eterno culto a su vanidad- en beneficio del bien común? Este chico tendría que saber que el problema de dar lecciones es que al final vienen a reclamártelas.
Y es así que quiero decirte, querido Albert, que no sabes cómo me gustaría que tú y tu partido dejarais de comportaros como unos egoístas niños malcriados y mezquinos, y tuvierais la hombría, la talla política y el sentido de Estado que tuvo Jordi Pujol; y que contribuyerais como él hizo a una investidura rápida y a una gobernanza positiva en favor de los intereses de los españoles.
Cómo me gustaría que el señor Rivera y su partido, después de haberse pasado la vida viviendo de criticar e insultar a lo que hasta hace poco fue Convergència i Unió, le llegaran por fin ni que sólo fuera a la suela del zapato y pudiéramos de una vez tener el tipo de gobierno estable, audaz y productivo que gracias a Pujol tuvimos, tanto con el PSOE como con el PP.
Aunque lo veo difícil, claro. Porque mientras Pujol estuvo en la cárcel por defender la democracia, Albert, lo que se dice estar, sólo ha estado en la peluquería, repeinándose el implante para que el espejito le diga que es la más bonita.
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