Salvador Sostres el 03 nov, 2020 He leído hasta 3 veces, para tratar de entenderla, la frase por la que se acusa a Fernando Simón de despreciar a las mujeres. No lo he conseguido. Luego he llamado al director de ABC en Cataluña, Àlex Gubern, y le he preguntado si él la había entendido. Me ha dicho que no mucho pero me ha ofrecido una explicación alrededor de la idea de que tal vez el doctor Simón habría bromeado sobre si los médicos ligan con las enfermeras, tal como se dice de los pilotos de avión lo hacen con las azafatas. No estaba al caso de estas tendencias, pero incluso conociéndolas, me parece forzado, retorcido y sobre todo estúpido ver maldad o desprecio en un chiste que, en el supuesto de que alguien logre entenderlo, es totalmente inofensivo. La izquierda política y mediática ha hecho como si la frase no hubiera existido, lo que me parece bien, porque es que realmente no existe. Si esta misma izquierda estuviera integrada por hombres y mujeres que fueran medio decentes -de verdad que con la mitad me conformaría- aplicarían este sentido común a las frases igual de inocuas e inexistentes que dicen los que tienen la osadía de discrepar con ellos, y en ningún caso organizarían sus siniestros linchamientos de todos contra uno, porque entenderían que son mucho más contrarios a la libertad que cualquier comentario, incluso el más desafortunado. El Partido Popular ha denunciado al doctor Simón haciendo seguidismo de la infumable y absurda polémica por la tal frase. De hecho, le ha denunciado por ser el doctor Simón. La derecha no puede ser un acoso y derribo sin ningún criterio, sin ninguna idea. Si se comporta de este modo perderá siempre, porque en el infierno son invencibles El País y la Ser, y su deprimente nómina de orgánicos. Si la derecha no es la generosidad, la magnanimidad, la libertad, la calidad por encima del populismo, y la inteligencia más allá de la turba, entonces no es nada. O es esta izquierda, que es mucho peor que nada. Si de verdad el PP se reconoce en esta denuncia yo no puedo reconocerme en el PP. Si el doctor Simón es malo porque es el doctor Simón, yo me bajo de este tren, porque cuando juzgamos a las personas por lo que son y no por lo que hacen, sé dónde lleva la locomotora y no me gusta. Al doctor Simón hay seguramente muchas cosas que se le pueden reprochar, pero no esta frase. Si todo lo hace el PSOE o el Gobierno está mal por definición, yo no quepo ni quiero caber en esta definición y además claramente digo que es un escarnio a cualquier concepto de libertad. Hasta ahora el drama de España es que cuando Felipe se retiró, dejó de tener una izquierda civilizada, homologable, con un proyecto de convivencia de vocación mayoritaria. Con la increíble denuncia del Partido Popular, parece que nos hemos quedado también sin una derecha que encarne la libertad, el respeto y la inteligencia como categorías irrenunciables. Si alguien cree que por ser el infectólogo del Gobierno su libertad interesa menos, o es menos digna de ser defendida, o no merece que los que discrepamos de él en otros ámbitos nos mojemos por preservarla, es que no entiende qué es la libertad ni mucho menos me entiende a mí, aunque lo segundo no tenga absolutamente ninguna importancia. La denuncia del PP es una vergüenza pero es todavía más vergonzoso que los supuestos intelectuales de la derecha hayan guardado silencio y hayan asistido impasibles al linchamiento. Los linchamientos tienen que ver con el ruido, pero también con el silencio. Y esto te lo digo yo, que créeme que sé de lo que hablo. En España, cada vez que la izquierda suelta a los perros, se oye al fondo de los ladridos el eco de un gran silencio. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 03 nov, 2020