Salvador Sostres el 23 jun, 2015 El domingo llevé a mi hija a la playa y al ver a la gente y lo que hacía pensé que es un milagro que las cosas nos hayan ido hasta ahora tan bien siendo una democracia. Si yo fuera político fomentaría el abstencionismo, en la confianza de que los más inteligentes sienten el impulso natural de votar y sólo hay que insistir a los más burros. Si ponderáramos el voto según el cociente intelectual de su emisor, nuestra democracia sería más avanzada. Si la ponderación se realizara según lo aportado en la declaración de la renta, seríamos una gran potencia mundial. Es probable que al final la democracia, tal como hoy está organizada, sea lo más prudente y lo más equilibrado, y lo más útil para prevenir el tic revolucionario. Pero el igualitarismo, además de falso, resulta siempre decepcionante, y la inteligencia es constante y la Humanidad no para de crecer. Estamos rodeados. La proporcionalidad tendría que ser mental, además de territorial, y no tendríamos que vincular la dignidad al valor del voto de cada cual porque el voto de un tipo de Soria vale más que el mío, que vivo en Barcelona, y eso no me convierte en inferior a nadie, ni mis derechos están siendo pisoteados. Los más ignorantes y pobres tendrían que ser los primeros en desear que el voto de ricos e inteligentes prevaleciera, y tendría que aliviarles que las decisiones sobre lo que les afecta las tomaran personas capacitadas y a las que las cosas les han ido bien. Pobres y tontos al mando acarrean la desgracia, como supongo que todo el mundo es capaz de comprender. No hay nada como una mañana en la playa para constatar los abismos de la democracia. No hay nada, Churchill lo dijo, como pasar cinco minutos con un votante para dejar de creer en la democracia. Lo participativo está sobrevalorado, lo colectivo es de una gran vulgaridad, y la masa es un tanque contra el talento. Sólo falta que como ahora esté envalentonada. Y ese modo que tienen, tan desagradable, de ir siempre muchos a todas partes. Si para obtener el permiso de conducir es necesario pasar un examen, para votar, que lo que se decide es mucho más importante, habría también que exigir algo. Algo más serio, a poder ser, que irse a comer un bocadillo a la playa. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 23 jun, 2015