Para los familiarizados con la halterofilia, Lydia Valentín no necesita presentación. Para el resto, basta decir que hablamos de una figura del deporte español a la altura de los nombres más destacados que puedas llegar a nombrar. Entre su palmarés destacaríamos sus dos campeonatos del mundo, un subcampeonato y un bronce. Cuatro oros en el campeonato de Europa, cinco platas y tres bronces. Campeona olímpica en Londres 2012, subcampeona en Pekín 2008 y tercer puesto en Rio 2016. Premio Nacional del Deporte a la mejor deportista del año en 2016. Sus números son apabullantes.
El pasado lunes 25 de noviembre, la compañía aérea Iberia celebró su evento “talento a bordo” reuniendo a un nutrido elenco de representantes de la cultura, gastronomía, arquitectura, moda y deporte entre otros. ABC Bienestar no podía faltar a esta cita, en la que tuvimos la oportunidad de mantener una entrevista con nuestra campeona olímpica Lydia Valentín. Fueron veinte minutos con Lydia. Con cada respuesta, en cada pausa, en todo lo que dice y en lo que no; viví en primera persona lo que es estar frente a un atleta “enchufado”. Una maestra. Yo no soy aficionado a las apuestas, pero dejadme que os diga una cosa: en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 hay un nombre seguro y se llama Lydia Valentín. Esto fue lo que nos contó:
Alfonso M. Arce: Si te tuvieses que quedar con uno de los de los levantamientos que realizas en competición, ¿cuál sería? ¿Dos tiempos o arrancada?
Lydia Valentín: Arrancada. Es un movimiento más técnico y me gusta más.
A.M. Arce: ¿Esto ha sido así desde tus comienzos?
Lydia Valentín: Sí, así es. Aunque todo tiene sus momentos y es verdad que ha habido una época en la que disfruté mucho con el dos tiempos, pero había algo que se me trababa, así que me gustaba más desde el principio la arrancada.
A.M. Arce: Vamos a hablar de eso, del principio, ¿cómo puedes explicar a la gente que no conoce el mundo de la halterofilia, los pasos que se dan desde niño hasta llegar al mundo profesional?
Lydia Valentín: Depende de muchísimos factores. Depende de dónde vivas. Depende de tu entorno familiar. Depende de cómo te hayan captado. A veces hay un familiar que practica halterofilia y se siguen sus pasos, en otras ocasiones los entrenadores acuden a colegios como ojeadores para fichar talento. En mi caso fue un cúmulo de casualidades, yo vivo en Camponaraya, un pueblo al lado de Ponferrada y dio la casualidad de que allí había un club de halterofilia, a esto se le unió que su entrenador llevaba también todo el polideportivo y me vio practicar diferentes deportes. Fue él, Isaac Álvarez, el que me descubrió en el momento perfecto. Yo siempre digo que no elegí la halterofilia, sino que la halterofilia me eligió a mí. Es muy importante la figura del entrenador de base, personas que aman a este deporte y que no paran de incorporar nuevas generaciones de atletas.
A.M. Arce: Una vez que llegas al deporte profesional ¿qué es más difícil de gestionar, el volumen de entrenamiento o la exigencia psicológica?
Lydia Valentín: Yo llegué a un centro de alto rendimiento con quince años. Para mí lo más complicado fue ubicarme, pensar que tenía que entrenar todos los días, cuando antes yo no lo hacía. Todos los días, mañana y tarde, y estudiar a la vez. Adaptarme a aquello fue para mí lo más complicado, esa combinación. Pero al final es como todo, te adaptas, es una progresión, forma parte del deporte de alto rendimiento y, además, la gente que te rodea hace lo mismo, lo cual ayuda mucho.
A.M. Arce: ¿En qué momento de tu carrera deportiva la nutrición pasó a ser una pieza fundamental para tu mejora?
Lydia Valentin: La verdad que no recuerdo un momento concreto. Conforme entras en el mundo del deporte de alto rendimiento, vas adquiriendo unos hábitos de comida saludables. Es fundamental tenerlo claro. Yo sabía perfectamente que comiéndome una pizza, al día siguiente no iba a rendir, da igual que sea con dieciocho que con veintiocho años. Yo he sido muy disciplinada desde bastante niña y he tenido muy claro qué podía comer y qué no. Tampoco hay que volverse locos, hay que tomar alimentos saludables. Yo por mi categoría de peso tampoco tengo que exigirme grandes restricciones calóricas por lo que nunca he pasado hambre porque podía comer bastante. Un poco más adelante, siempre he tenido nutricionista, que es quien me lleva la planificación de comidas y la suplementación para que puedas rendir tu máximo absoluto.
A.M. Arce: Alguna vez puede suceder que los atletas de halterofilia, cuando están en sus fases de preparación para la competición, en ocasiones fuera de su peso, consiguen batir sus marcas, ¿Te ha pasado?
Lydia Valentín: Lo ideal es que tu planificación te lleve a conseguir marca el «día D a la hora H», porque todo el entrenamiento está enfocado a ese momento, no antes, porque además si no es así corres un riesgo mayor. Es verdad que en categorías de peso bajas, si se puede dar que superen algunas veces sus marcas entrenando. Yo exactamente levanto lo mismo entrenando que compitiendo.
A.M. Arce: ¿Y el descanso?, ¿Sigue una planificación igualmente estricta?
Lydia Valentín: Todo está planificado. Este año ha sido muy diferente porque el mundial ha sido muy pronto, he tenido más vacaciones de lo normal y a nivel de rendimiento también me lo he tomado de otra manera, más light por decirlo así. Venía de ganarlo todo después de Río, han sido dos años tan intensos que llegó un momento en el que me planteé que si seguía a ese ritmo, igual a Tokio llegaba quemada, así que me dije, es el momento de no estar haciendo el cien por cien en cada entrenamiento. He competido en el mundial en una categoría superior para no desgastarme tanto, pero ahora ya estoy en pretemporada y es momento de empezar a apretar. Y todo planificado. Hasta la asistencia a un evento se planifica.
A.M. Arce: En tu entrenamiento diario, ¿qué tiempo dedicas a los levantamientos principales y cuánto a ejercicios auxiliares?
Lydia Valentín: Los lunes y los viernes son los días duros. En ambos hago arrancada y dos tiempos, los movimientos olímpicos. Los martes suelo hacer ejercicios auxiliares, tirones arrancadas colgantes y sentadillas. El miércoles es el día de potencia, busco explosividad máxima. El jueves es el día ligero, musculación, fisioterapia, nada de «haltero» y el viernes «a full», metiendo tanto movimientos olímpicos como auxiliares haciendo arrancada por la mañana, por ejemplo, y dos tiempos y sentadilla por la tarde. Ejercicios auxiliares se hacen siempre, la diferencia está en el objetivo que buscas. Unos días buscas explosividad. Otros días buscas altura, depende.
A.M. Arce: ¿Y trabajo de movilidad?
Lydia Valentín: Nada. Nosotros nada. Es verdad que es un factor absolutamente limitante y clave en la progresión de levantadores aficionados. Pero en nuestro caso llegamos con años de trabajo y yo tengo una muy buena movilidad articular, ten cuenta que llevo desde los once años, no es lo mismo que empezar con treinta. Pero ojo, la movilidad es fundamental y se ha de trabajar, pero hay que tener mucha paciencia hasta que llega porque no se ven mejoras inmediatas.
A.M. Arce: Los que desconocen el trabajo de fuerza no se imaginan el nivel de pulsaciones que se pueden llegar a alcanzar levantando peso, ¿tenéis algún control de las pulsaciones a las que llegáis compitiendo?
Lydia Valentín: No lo tenemos medido. No es un dato relevante porque luego cada levantador marca sus tiempos. Es completamente cierto que las pulsaciones se te pueden acelerar muchísimo haciendo pesas, solo tienes que meter cinco series de seis repeticiones a un 80% y verás lo que te pasa, a ver si no acabas con la lengua fuera y el ácido láctico disparado. Yo personalmente suelo trabajar a cuatro repeticiones en base, tomándome mi tiempo, sobre todo depende de los ejercicios. Me considero una levantadora muy mental, mucho más mental que física y si lo quieres hacer así, necesitas pensar en el gesto, no hacer cosas al azar.
A.M. Arce: Y antes de la competición, ¿cómo se duerme?
Lydia Valentín: Es verdad que no se puede negar cierta inquietud antes de jugarse un mundial, pero hay que intentar tranquilizarse. Tengo que considerarme una persona afortunada y hay que relativizar, sobre todo porque esa tensión solo puede ser contraproducente, va a jugar en tu contra. En el deporte uno más uno no son dos. Si yo he dado el máximo en mis entrenamientos, tengo que estar tranquila. Para mí solo hay dos verdades el trabajo duro y el arrepentimiento.
A.M. Arce: Acabamos donde hemos empezado, ya que tu favorita es la arrancada, ¿cómo te quedas al ver los 220 kg de arrancada de Lasha Talajadze?
Lydia Valentín: Es un atleta muy querido y de una fuerza impresionante, pero si tengo que decirte uno yo lo tengo claro, me quedo con uno de los nuestros, con Andrés Mata.
Lydia, muchas gracias por haber compartido este tiempo con nosotros. Te deseamos lo mejor. Y que la fuerza te acompañe
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