Cada dos por tres sabemos de algún actor o actriz que ha conseguido un cambio físico brutal para interpretar determinado papel en el próximo estreno. El cine es una maquinaria impresionante de hacer dinero, así que este tipo de noticias paralelas a la propia película contribuyen a su campaña publicitaria. Proyectos de semejante envergadura económica están en manos de gente muy profesional, hay mucho en juego. Por eso seríamos de una ingenuidad enorme si pensamos que esos cuerpos musculados y definidos conseguidos en tiempo récord para encarnar a un súper héroe se deban a una tabla de ejercicios, por muy dura que parezca. Para empezar no sabremos nunca la presión que existe para que, por ejemplo, en tres meses tengas que estar listo para iniciar el rodaje del próximo estreno con el que Marvel (por decir una franquicia) espera batir todos los récords de recaudación de la historia. Esto y tu operación bikini nada tienen que ver.
La fórmula real es una combinación casi infalible de responsabilidad profesional del actor o actriz, una presión económica y de calendario evidente y un conjunto de profesionales que desde peluquería y maquillaje a entrenadores y nutricionistas giran en torno a una súper estrella para que todo esté como tiene que estar cuando tiene que estar. Digamos que el fin justifica los medios y si hay que recurrir a un pequeño ciclo de anabolizantes pues seguro que se hace, nadie tiene papeles para demostrarlo y nos pondremos muy dignos todos, pero estas cosas ocurren. Al menos en este caso lo hace alguien supervisado y que se la juega porque va a ganar 10 millones de dólares, que no es que lo justifique, pero estaremos de acuerdo en que es otra liga ¿Puedes replicar algo de lo que ellos hacen para intentar conseguir una transformación similar, aunque sea con más tiempo? La respuesta es un rotundo sí y para ello vamos a hablar de una de las armas secretas de la industria cinematográfica: Mark Twight o lo que es lo mismo de Gym Jones.
¿Qué es Gym Jones y a qué se debe su fama?
Gym Jones es el proyecto de Mark Twight, un escalador profesional que decidió poner en marcha su particular sistema de entrenamiento basado en una intensidad sin concesiones si es que así podemos resumir su filosofía, que es bastante más compleja. De hecho Twight empezó su periplo personal como entrenador alrededor de la franquicia CrossFit, pero él difiere en algunos aspectos de su metodología y afirma, como no podría ser de otra manera, que él ha sido capaz de afinar más sus resultados. Los matices son muy técnicos y a todos los efectos una persona normal y corriente no verá ninguna diferencia entre las fotos de Gym Jones o las de un gimnasio de CrossFit, pero ¿Qué tiene que ver Gym Jones con las transformaciones físicas del cine? Bien, este gimnasio de Salt Lake City saltó a la fama mundial cuando se estrenó la película ‘¡300!’ Él fue el encargado de transformar a un nutrido grupo de actores y extras en las tropas espartanas del temido Leónidas. Viendo el resultado han sido bastantes más los actores que ha pasado por esa fábrica de pulir cuerpos que es Gym Jones.
Lo cierto es que funciona, como funciona CrossFit, como funciona Westside Barbell o como funciona cualquier sistema serio orientado a resultados y no a hacerse selfies para enseñar tu nueva equipación deportiva a juego con dos mancuernas de un kilo. Si entras en su web o su cuenta de Instagram igual te imponen mucho las imágenes que ves, pero no es otra cosa que gente normal con cuerpos fruto de un entrenamiento exigente. Entrenar en Gym Jones no está al alcance de cualquiera no por su dificultad, ese no es el problema. Es un gimnasio al que solo se puede acceder por invitación, eso se debe a una parte de mito y otra de realidad: algunos de sus clientes son integrantes de cuerpos y fuerzas de seguridad de élite que en muchos casos tienen que tener su anonimato y/o seguridad garantizados. La cuestión es que entre pitos y flautas la magnitud de Gym Jones se ha hecho internacional y como todo el mundo han acabado ‘sucumbiendo’ al marketing y ahora puedes seguir sus entrenamientos pagando una App. Te aseguro que si vas a ser el próximo Superman o Supergirl, no te van a suscribir a su aplicación para que te pongas a entrenar en casa, te van a llevar allí.
¿Qué puedes aprender de lo que hacen las estrellas de cine? ¿Hay algo replicable?
Lo fundamental, donde reside el éxito, sí que es perfectamente aplicable a tu manera de entrenar, puede diferir de un actor o actriz famoso en el tiempo para conseguirlo y en la magnitud de los resultados. Igual en tu caso te lleva un par de años y al final de estos dos años no hay ‘tableta’, pero tu preparación física habrá dado un salto cualitativo impresionante. Solo tienes que seguir estos principios:
- Foco: debes tener claro tu objetivo. Parte del éxito de actores y actrices es su concentración en un papel y una fecha, en este caso es su trabajo y están muy bien pagados por ello. Si tal día tienen que ser Batman o Worder Woman, ponen el foco en dicho objetivo. En tu caso ponte el objetivo que quieras, una fecha, una marca deportiva, una carrera a la que quieres apuntarte, un aniversario, un paso de década, un viaje… lo que quieras, pero pon un foco para mantener tu motivación.
- Intensidad: da igual que sea Gym Jones o cualquier otro lugar, en estos programas se entrena duro y una intensidad alta no se puede sostener durante mucho tiempo. Si en algo te pareces a una súper estrella del celuloide es que en ambos casos el tiempo disponible es escaso. Los actores no entrenan cinco horas, entrenan una o menos pero con una intensidad altísima.
- Calidad: quieren resultados, luego acuden a los mejores ¿Por qué si quieres resultados te apuntas al gimnasio más barato que encuentres?
- Asesoramiento profesional: no seas autodidacta. Ni un solo actor o actriz se pone a punto replicando tablas que encuentran en internet o vía App. Se ponen en manos de profesionales tanto del ejercicio físico como de la nutrición. A tu nivel de posibilidades, haz lo mismo.
La fórmula parece sencilla pero no debe ser tanto cuando son tan pocas personas quienes la siguen. Normalmente el problema es el foco, todos tenemos preocupaciones o imprevistos que nos hacen perder ese objetivo. Si es tu caso, entiende que un estado de forma es algo de lo que se entra y se sale, nunca puedes estar a tope. Ni siquiera los deportistas de élite están todo el año al cien por cien. Pero perder el foco por una circunstancia, la que sea, no significa abandonarlo de por vida. Tu foco debería ser tu salud y el entrenamiento es una de las mejores herramientas disponibles para actuar sobre ella de manera efectiva. Dale duro y quién sabe si en unos meses estarás para verte en la gran pantalla, cualquier camino empieza por un primer paso. Que la fuerza te acompañe.
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