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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

«Se tiene que normalizar el ejercicio físico durante el embarazo»

Entrevistamos a Lara Arruti, propietaria de Heim CrossFit, quien nos cuenta por qué y cómo ha entrenado sin problemas a lo largo de todo su embarazo

«Se tiene que normalizar el ejercicio físico durante el embarazo»
Alfonso M. Arce el

Nuestra sociedad vive en la contradicción constante. Damos una importancia tremenda a cuestiones puramente cosméticas y nos ponemos muy estupendos y estupendas con algunos temas. En una cena de amigos todo se puede torcer porque se inicia una conversación absurda que acaba a tortas discutiendo eso de si ‘juez o jueza’, pero hay un consenso extraño en que hacer ejercicio con peso es lesivo, si encima eres mujer es antinatural porque se te va a poner un cuerpo horrible ‘de tío’ (sin comentarios) y si estás embarazada mejor ni hablar, porque hasta pueden echarte una bronca. Afortunadamente empieza a notarse un cambio de tendencia y surgen cada vez más voces que explican y defienden por qué el ejercicio físico durante el embarazo no solo es bueno sino necesario, salvo problemas médicos individuales que así lo impidan. Entendiendo que hay una necesidad real de información, CrossFit España ha impartido a sus boxes recientemente una formación específica sobre entrenamiento y embarazo; sus beneficios, precauciones a tomar e información válida para que en cualquier box de CrossFit afiliado se pueda atender con una base adecuada a cualquier mujer embarazada que quiera seguir entrenando. Y como nada es mejor que la experiencia personal, hoy os traemos el testimonio de Lara Arruti que, en su doble faceta de atleta y también propietaria de un box de CrossFit, nos explica cómo ha sido un embarazo entrenando prácticamente a diario. Esto es lo que nos contó:

Alfonso M. Arce: Por si alguien tiene dudas y para empezar ¿Eres una persona con un pasado deportivo profesional o alguien especialmente en forma para poder hacer lo que haces?

Lara Arruti: Aunque sea propietaria de un box de CrossFit no soy una persona especialmente fuerte, ni tengo el abdomen marcado, o unos bíceps de hierro, ni hago muscle ups. Más bien al contrario, he sufrido un historial previo de bastantes lesiones, hace años me operaron de ambos pies y eso me ha ocasionado otros problemas que he arrastrado desde entonces, vamos que me ves por la calle y no dices ‘esa hace CrossFit’ ni nada por el estilo y es importante contarlo porque no todas las tías que hacen CrossFit tienen los cuerpos que mucha gente tiene en la cabeza al haber visto a las atletas de élite. Yo antes el embarazo tenía problemas con el nervio ciático y tengo las articulaciones hiperlaxas, así que nadie se piense que tengo una forma física espectacular ni extraordinaria.

A. M. Arce: Vamos, que se puede decir que empezaste a hacer CrossFit por salud ¿no?

L. Arruti: Yo entreno para sentirme bien y para que dentro de cuarenta años no me arrepienta de no haber hecho lo que ahora sí puedo hacer. Soy consciente de los problemas que todos podemos tener en el futuro. A mi madre le digo siempre que se puede caer y tiene que estar preparada para saber levantarse ella sola. Mi objetivo entrenando siempre es el del bienestar futuro. Antes de quedarme embarazada ya teníamos una atleta en el box que lo estaba, por lo que tanto mi pareja como yo, que somos ambos los propietarios, empezamos a formarnos e investigar para saber cómo gestionar los entrenos y la seguridad de esta persona y darle el mejor servicio posible. Además yo llevaba tiempo leyendo y buscando mucha información sobre el ciclo menstrual de la mujer, cómo le afecta a su rendimiento y cómo se ha de tener en cuenta de cara a sus entrenamientos así que ya estaba muy concienciada respecto a muchos factores del territorio femenino por llamarlo así.

A. M. Arce: Cuando descubres que estás embarazada ¿te planteaste en algún momento dejar de entrenar?

L. Arruti: Jamás pensé en dejar de entrenar porque concibo el entrenamiento como una manera de fortalecer mi cuerpo en el sentido de prepararlo para afrontar mejor dificultades cotidianas como una enfermedad, una lesión… o tener un ‘templo’ más fuerte para llevar dentro una vida. Es algo así como el cuento de las casas de los tres cerditos, puedes tener una casa de paja de madera o de ladrillo. Y yo quiero tener una casa de ladrillo. No tiene nada que ver con entrenar desde un punto de vista de atleta, donde el objetivo es el rendimiento. Para mi entrenar es salud, obviamente he tenido que adaptar los entrenamientos y para eso lo primero que hice fue informarme todavía más de lo que ya estábamos haciendo. En ese sentido cuando tienes un problema legal vas a un abogado y si tienes una avería en el coche vas a un mecánico, en el campo de la salud hay que ir igualmente a profesionales y en el caso de un embarazo esto va desde el ámbito de la medicina hasta entrenadores, nutricionistas y psicólogos si es que puedes necesitarlo. No hay que conformarse con leer lo que puedas encontrar en Internet y hay que hacer un esfuerzo personal y tratar con todos los profesionales que estén a tu alcance. Yo en mi caso ya tenía un nutricionista y mi entrenador es mi pareja, así que había una parte que tenía cubierta, pero además contacté con una entrenadora fisioterapeuta específica de fortalecimiento del suelo pélvico, que es un tema que me parece fundamental y del que se habla mucho pero en el que luego la gente tiene muchas lagunas y desinformación. No siempre se nos guía con todo lo que necesitamos y la salud del suelo pélvico es un territorio que da bastante pena la poca importancia que se le da, tanto a mujeres como a hombres, aunque a las mujeres nos toca más de lleno claro.

A. M. Arce: Suena a un proceso formativo completo, como si hay que revisar muchas cosas desde cero…

Correcciones posturales necesarias para un embarazo más sano.

L. Arruti: Bastante, el aprendizaje que he desarrollado de mi propio cuerpo motivado por el embarazo creo que no hubiese sido posible de ninguna otra manera, ha sido una experiencia vital única en el sentido de tomar conciencia de todo lo que tienes que cuidar, desde la nutrición, al estrés, controlar tu suelo pélvico en cada ejercicio, no exigirte de más, pero hay que hacer un esfuerzo para saber y no adoptar un papel de espectadora pasiva y que sean los demás los que te digan qué tienes que hacer.

A. M. Arce: Entiendo que la intensidad es lo que cambia, lo que hace movernos en un terreno seguro o no ¿verdad?

L. Arruti: El tema de la exigencia es fundamental, a la gente cuando hace deporte en general y en el CrossFit en particular pierden un poco el control queriendo llegar siempre un poco más lejos. Quizás un día vale, pero si eso ocurre siempre acaba pasando factura y llegan las lesiones, da igual si eres corredor o si haces halterofilia y se ve día a día. A mí el embarazo me ha permitido cuidarme de una manera que me ha llevado a un estado de salud mejor al que tenía antes. Yo llevaba un año a raíz de la pandemia con el nervio ciático haciéndome puré y cuando empecé con el entrenamiento del suelo pélvico el nervio ciático dejó de doler. Otras molestias que tenía antes, al poner más el foco en la calidad en lugar de a la cantidad y la intensidad de mis ejercicios, me ha permitido tomar el control absoluto de cada repetición y poco a poco todas esas molestias han ido desapareciendo. Me ha obligado a ser más honesta conmigo misma y recomendaría a cualquier mujer embarazada a ser responsable y exigente con sus capacidades, por ejemplo si no sabes activar el abdomen correctamente, que es algo que nos ocurre a menudo a las mujeres, debes dedicarle tiempo suficiente a ello y ya no solo al hacer ejercicio, posiblemente necesites hacer deberes en casa, y si trabajas con peso bajar las cargas un poco.

A. M. Arce: ¿Tienes identificados claramente momentos o etapas de tu embarazo en los que has ido dejando de hacer algunos ejercicios?

L. Arruti: Hay hitos marcados pero cada mujer tiene que escucharse Yo dejé de saltar a la comba en el momento en el que noté que perdía control de mi pelvis, otra chica que está en nuestro box que está de dos semanas menos que yo sigue saltando a la comba y todo está perfecto en su embarazo. Yo he hecho dominadas hasta el séptimo mes pero por ejemplo sé que eso es algo que no puede mantener mucha gente, en mi caso no tengo dominadas fluidas pero eso me ha permitido también ir muy lenta y con mucha propiocepción de lo que hacía en cada repetición, pero esto mismo se lo dices a otra chica embarazada y para ella es una barbaridad.

Eso de escuchar a tu cuerpo en este caso es fundamental, cada mujer tiene que estar atenta sus pulsaciones, a su propio peso, a si está descansando; yo no hablaría de etapas claras pero sí que vas notando cosas. Se supone que en la sentadilla trasera hay un momento en el que hay que eliminarla porque la columna de la mujer llega un punto del embarazo en el que se hace muy lordótica y no le va bien, pero yo por ejemplo no he tenido que modificarla porque gracias al entrenamiento no he tenido ni un solo problema de espalda, bueno realmente puedo decir que gracias al entrenamiento no he sentido ni un solo dolor durante el embarazo, ni uno solo, ni de espalda, ni de cervicales, ni ciático que es muy común, ni molestias en el psoas… nada.

Hay hitos estadísticos pero lo importante es escucharse y estar muy atenta a la calidad de tus movimientos. Hay mujeres que por ejemplo no se quitan los levantamientos olímpicos hasta que tienen barrigón porque ya se pierde la técnica. Aquí por ejemplo mi caso fue al contrario, aunque tenía poca barriga pronto empecé a hacer los ejercicios desde colgante y en cuanto noté que eso no me estaba dando seguridad pasé a las mancuernas. Hay que valorar cada caso y entiendo que para un entrenador es algo complejo, pero no hay un manual válido para todo el mundo. Nosotros por ejemplo acabamos de estar repitiendo en el box los entrenamientos de los últimos “open” y la semana pasada había un entreno con “toes to bar”, pensé que igual podía llevando rodillas al pecho pero nada más colgarme noté una tirantez que no me gustó, pues ya está, no se hace, no hay más vueltas que darle. Eso es lo más importante, no hace falta sentir dolor, si notas que hay algo que no te encaja no lo hagas. Hay que hacerse responsable de sí misma.

Una manera sencilla de tener una referencia de la intensidad de tu entrenamiento: la ‘prueba del habla’, en la que tu capacidad para mantener una conversación te puede dar una estimación relativamente precisa del nivel de exigencia que estás alcanzando. Una mujer embarazada debería trabajar en un umbral de esfuerzo que esté entre las dos líneas rojas.

A. M. Arce: ¿Sigues entrenando con el resto del grupo o haces algo más individualizado?

L. Arruti: En mi caso es un poco excepcional porque entreno a unas horas en las que no hay gente y suelo ir una semana por delante del entrenamiento del box, pero yo sigo la programación de todos y estoy en la semana 38 y no he dejado de entrenar seis días a la semana salvo una en la que dormí muy mal y paré, salvo esa semana y un par de días contados ese ha sido todo mi parón. Siempre adaptando, si hay mucle ups, pues yo hago remos con anillas, que hay día de RM (repetición máxima) pues yo no tengo interés alguno en hacer ahora RM de nada y lo que hago es convertirlo en un 5×5 por ejemplo. Lo que quiero es perder la mínima masa muscular posible dado que eso es muy importante sobre todo para la etapa postparto y esto es algo que las mujeres suelen descuidar a lo largo de los meses de embarazo. En mi caso no solo no he perdido sino que he ganado masa muscular, precisamente por aprender a activar bien el abdomen, adaptar correctamente los ejercicios y ser constante en el entrenamiento. Es un círculo vicioso saludable.

A. M. Arce: A veces las propias recomendaciones de los médicos van en contra de todo esto que nos cuentas ¿Cuál ha sido tu experiencia en este sentido?

L. Arruti: He de decir que la matrona me preguntó directamente si estaba haciendo deporte y me dijo que siguiera así, que estaba fenomenal. Creo que está cambiando el tema y que ya no están tan cerradas, tanto matrona como ginecóloga nunca me han juzgado y me animan a seguir mientras que todos los indicadores de salud estén bien, pero conozco a muchas mujeres a las que no les ha pasado lo mismo. Tenemos que ser responsables en todos los puntos de nuestra vida. Hay que coger el toro por los cuernos. Como te contaba al principio yo tenía un montón de problemas que arrastraba de una operación de pies hace diez años que repercutía en mis rodillas, mi cadera, mi espalda… Tiempo después mi traumatólogo me dijo que tenía condromalacia en las rodillas, realmente ni sé de qué grado, y me dijo que tenía que evitar ganar peso y que no se me ocurriese ni subir ni bajar por escaleras, que siempre en ascensor, de ejercicio ni hablamos. Por los problemas derivados de mis pies acudí a mi fisio que llegó un día y me dijo ‘si no haces deporte te voy a tener aquí todas las semanas’ y claro me cambió el chip. Cómo le explico a aquel médico que no solo subo escaleras, sino que puedo saltar a un cajón, que he fortalecido mi cuádriceps…

La culpa no sé si es individual o si es el sistema el que ocasiona que ocurran estas cosas por el tipo de formación y el enfoque que se da a la medicina. Conozco a amigas a las que les han dicho que no hagan nada o como mucho yoga y pilates, que están fenomenal, pero hace falta complementarlo con entrenamiento de fuerza, de lo contrario vas a perder masa muscular sobre todo porque en el postparto vas a estar dos o tres meses sin poder moverte con cierta fluidez, donde se pierde mucho sí o sí y eso el cuerpo lo nota. Falta un poco de actualización, pero siempre tienes que ser tu misma la que haga por informarse.

A. M. Arce: En cuanto a la valoración de lo que haces ¿Has notado mucha diferencia en la manera de juzgarte desde dentro y fuera del CrossFit?

L. Arruti: Yo partía de no tener mucha fuerza y no manejo pesos grandes, pero claro lo que yo no considero peso a muchas amigas mías les resulta una barbaridad. Cuando supe que estaba embarazada y continué entrenando me dije a mi misma ‘esto se tiene que saber, se tiene que normalizar el hacer ejercicio durante el embarazo’. Entre mis amigas, algunas ya madres, me han dicho muchas veces ‘¿y sigues entrenando?’ ‘¿Pero estás levantando kilos?’ Se les nota que en el fondo te preguntan si sé lo que estoy haciendo y claro que sé lo que estoy haciendo, es mi cuerpo lo estoy cuidando, el problema real es cuando nos tiramos nueve meses tiradas en la cama. Son dudas que les surgen a personas que no le han dedicado tiempo a investigar y que arrastran muchos miedos. Dentro del entorno de CrossFit ha sido completamente distinto, ahí solo me dan palabras de ánimo y motivación. Yo solo he seguido moviéndome y lo he hecho de una manera mucho más consciente y saludable pero sí, hay una diferencia clara en los mensajes de cada entorno, mientras unos animan y te entienden otros sienten miedo y dudan de lo que haces. Y resulta que estoy teniendo un embarazo maravilloso. Yo antes de quedarme embarazada le tenía mucho miedo porque como te decía soy hiperlaxa y durante el embarazo la relaxina sube y temía su efecto. Pues la realidad es que no me he enterado de mi embarazo por suerte. Ni un solo problema. Estas personas que dudaban igual a día de hoy han cambiado de opinión porque creo que esto sin duda alguna se debe a moverme bien, comer bien y descansar bien que forma parte de la pirámide de CrossFit, es así de simple.

Lara compartiendo uno de sus entrenos en su página personal de Instagram (@lara.arruti)

Hasta aquí todo lo que nos contó Lara. Puedes seguirla en Instagram en @lara.arruti. Hay una alta probabilidad de que cuando leas estas líneas una futura nueva atleta habrá llegado a este mundo o esté a puntito de hacerlo. Les deseamos lo mejor y espero que esta entrevista ponga su granito de arena para que dejemos de asustarnos al ver a una mujer embarazada entrenando mientras entendemos como lógico o normal el tabaco, o hacer botellón. Solo nos queda desear suerte a Lara tanto personal como profesionalmente y que la fuerza la acompañe.

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