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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

¿Qué pasará con Vernon Subutex?

El exdibujante de Charlie Hebdo Luz, ilustra la primera parte de la famosa trilogía de Virgine Despentes titulada «Vernon Subutex». Una obra que analiza los traumas de la sociedad francesa a través de un vendedor de discos venido a menos

¿Qué pasará con Vernon Subutex?
Pablo Delgado el

A Vernon Subutex, lo podríamos calificar como ese antihéroe que todos buscan, que todos aman o al que todos odian. Un personaje particular, cautivador y caótico, creado por la escritora francesa Virgine Despentes (Nancy, 1969) en su trilogía Vernon Subutex (Literatura Random House) y que se va convirtiendo en el gurú de un extraño grupo que no está compuesto exactamente de personas desesperadas, sino de aquellas que buscan una experiencia colectiva.

La trilogía de Despentes, después de que se realizase su adaptación en serie para televisión, llega ahora en formato cómic. La edición gráfica (que se publicará también en tres partes) de Vernon Subutex (Salamandra Graphic) está realizada por el caricaturista y dibujante de cómics, Luz (Tours, 1972). Uno de los pilares de la revista satírica Charlie Hebdo entre 1992 y 2015. Conocido por la publicación de su libro Catarsis—donde narraba los días que siguieron al ataque terrorista sufrido en la redacción de la revista—. El dibujante ha realizado un trabajo personal, haciéndolo suyo, llegando incluso a convertirse, en un Vernon Subutex totalmente nuevo.

Pero, ¿quién es ese tal Vernon Subutex? Un chico como otro cualquiera, que sabe algo de música y que entra a trabajar en una tienda de discos «Revolver», como el que no quiere la cosa; que se lo toma como algo temporal, pero que realmente acaba atrapándolo hasta la desaparición de la tienda. A lo largo del tiempo que se encuentra trabajando en ella, se convierte en el guía o gurú musical de muchos. Por sus consejos, por lo buen tío que dicen que es.

En esta primera parte. Cuenta la historia de ese ángel caído de mirada azul en el que se convierte Subutex. Sin tienda por la crisis. El que realmente acude en su ayuda es el popular cantante de rock Alex Bleach, pero es encontrado muerto por sobredosis. Malas noticias para sus fans y para Vernon ya que Bleach estaba pagando su alquiler. Su muerte arroja a Vernon a una precariedad aún mayor. Expulsado de su apartamento, tiene que vender todo lo que tenía y con lo que se identificaba para poder subsistir. Entonces empieza un viaje errante a través de las calles de París en busca de ayuda, pero sin llegar a pedirla directamente. Se embarca así en una búsqueda, y para ello renueva los contactos (vía Facebook) con sus antiguos amigos de la gran época pasada de rock, sexo y drogas de los 90. Lo que no sabe Subutex es que está en posesión de un pendrive y de un vídeo que grabó autoentrevistándose el propio Bleach en su casa una noche cualquiera antes de morir, por lo que es objeto de toda codicia.

Va de las camas a los sofás de esos amigos. Está el ex fanático del rock, sobrio e infeliz; el guionista engreído con obsesiones racistas y antisemitas; la reportera que quiere escribir una biografía de Alex o esa amiga a la que después de quedarse en su casa le roba los auriculares a su hijo y empieza una carrera despiadada por denigrar a Vernon por lo que ha hecho. Luego están entre otros, el burgués celoso, el productor de frágil ego que encarga la búsqueda de esas cintas para ver si puede sacar provecho de ello, y más tarde las ex actrices porno, una profesora universitaria cuya hija ha empezado a llevar el velo, un comerciante que mantiene un apartamento abierto, el suscriptor de trabajos precarios que dejó su esposa por maltratador.

A través de ellos se exploran grandes áreas de la sociedad: formas de dominación social y sexual; la relación de cada uno con su identidad; lo que queda de una generación cuando envejeció y que ha perdido sus estándares y sus ilusiones. Una fina observación del tiempo pasado y sus consecuencias actuales, formando así un cómic enérgico, completamente atravesado por la melancolía y la desilusión. El tipo de mezcla que rápidamente engancha.

Subutex, es algo más que la representación de la caída en lo más profundo de un ser humano. Además es un cómic sobre el rock, con sexo, drogas, fiestas. Plagada de referencias musicales. Vernon Subutex es  un homenaje a la música y a su época dorada. Habla de esa brutalidad generalizada -económica, social, política- y su efecto sobre los individuos. Es un cómic que empatiza con la esencia misma de la escritura de su autora y le da a todos sus personajes una oportunidad, o al menos lo intenta, por compartir sus razones de vida y aquello por lo que vivieron. Cada uno tiene sus obsesiones, sus demonios, su cobardía, cada uno está conectado al mundo (o no) a su manera. Pretexto que sirve para describir la sociedad muerta del siglo XX, y el nacimiento de una nueva, la de las redes sociales, la de la deshumanización y desmaterialización de un nuevo mundo que está engullendo todo, reflejando así una sociedad de resignación y sumisión.

Luz interpreta a la perfección los personajes de Despentes, siendo capaz de meterse en la piel de una miríada de individuos diferentes, sin ceder un ápice en su energía, pero dirigiendo su ira con mayor precisión, acompañando claramente su talento como dibujante en donde encontramos viñetas que enmarcan el trazo grácil, sencillo y a veces caricaturesco, y que va transformando y tensionando la historia pasando en varios momentos ha convertirse en trazos de un gran expresionismo, estando a la altura de los textos en este volumen que inicia la trilogía. Una comedia humana de nuestro tiempo, servida por la rabia y el gran talento.

Vernon Subutex. Primera parte // Luz y Despentes // Salamandra Graphic // 32 euros // 2021

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