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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Entrevista a Elia Merví, ilustradora

Las creaciones de la ilustradora madrileña han llegado a formar parte de la serie de culto «Juego de Tronos», además su primer libro ilustrado «Preferiría ser amada» de Emily Dickinson (Nórdica Libros) recibió el Premio al mejor libro editado 2019

Entrevista a Elia Merví, ilustradora
Pablo Delgado el

Las ilustraciones de Elia Mervi (Madrid, 1988) están siendo reconocidas en nuestro país, como a nivel internacional. El trazo que va formando sus dibujos, consigue crear un mundo onírico, cargado de colores que conviven con el gris del grafito, generando así, imágenes evocadoras y sutiles que transmiten una gran sensibilidad y fuerza, consiguiendo trascender el espacio físico que separa el soporte del receptor. Pertenecientes a la mente de una de las ilustradoras de nuestro país con un futuro prometedor, y un gran presente.

¿Cuándo y cómo surge su interés por el dibujo?
Bueno, yo creo desde siempre, siempre ha sido algo que me ha salido sin pensar. En casa se dieron cuenta muy pronto de que era algo natural en mi, que disfrutaba con ello. Era algo más que un pasatiempo, era una herramienta con la que me sentía a gusto y segura. Así que siempre tuve una mesa preparada con vasos de rotuladores y lápices. Los reyes me traían cajas enormes de pintura. Después las visitas al Museo del Prado, las exposiciones de Chagall…

¿Qué significa para usted la palabra «ilustradora»?
Cuando pienso en la palabra ilustradora viajo directamente a una clase de historia del arte que me dejó asombrada. Puede que haya idealizado un poco este momento, pero recuerdo la oscuridad de la clase y el sonido del proyector. La profesora nos contaba la historia de los manuscritos iluminados y cómo la palabra ilustrador viene de aquellos monjes que ‘iluminaban’ los textos con increíbles imágenes de azul y oro. Los que iluminan, no hay nada más acertado que eso. Desde entonces pienso en todas las ilustradoras e ilustradores como una especie de mensajeros de la imagen.

¿Qué requisitos considera necesarios para ser un buen ilustrador?
Creo que hay cosas que son innatas en una ilustradora o ilustrador y otras en las que se puede trabajar. Considero a todos los ilustradores observadores curiosos más allá de lo obvio. Hurgamos entre líneas, observamos detalles imperceptibles, buscamos historias. A partir de ahí la valentía para equivocarse y probar cosas con las que no nos sentimos tan seguros, la constancia, la autocrítica son los ingredientes mágicos…difíciles de atrapar.

Y usted ¿cómo se define? ¿Cuál diría que es su mayor habilidad y cómo la ha ido perfeccionando?
La verdad que no encuentro una habilidad especial que me defina como ilustradora, le estoy dando muchas vueltas pero no doy con nada concreto. Cuando era pequeña tenía muchísima capacidad para la imaginación, pero esa magia se va apagando a medida que creces. Creo que como ilustradora me concentro, especialmente los últimos años, en ligar cada trabajo que hago con mi propio imaginario y estado anímico. Necesito que lo que ilustro esté lleno, por lo menos en parte, de algo propio, dependiendo del momento. Cada vez menos, puedo hacer algo por hacer, la ilustración tiene que tener un sentido en parte profundo para mi.

¿Tiene ilustradores de referencia que puedan llegar a inspirarle? ¿Quiénes son?
Mi ilustrador de referencia, mi favoritísimo es Shaun Tan. Su mundo es algo tan fantástico. Cuando pierdo el camino me aferro mucho a él. Paula Rego, Alan Lee, Ana Juan, Enki Bilal…son algunos. Según pasa el tiempo y dependiendo del momento voy alimentándome de unas y otros. Hay ilustradoras e ilustradores de mi generación que están dando mucha caña. Me gusta cómo la inspiración rueda en estos tiempos y me gusta también inspirarme en mis colegas.

¿La capacidad de dibujar se tiene o se adquiere?
El eterno dilema. Si intentamos definir lo que es la capacidad de dibujar, creo que en el punto en el que estamos en el arte, cuando está todo dibujado y todo es válido, todo depende de quién mire. Hay mucha gente que considera que Paula Rego dibuja fatal, que sus proporciones son terribles, los cuerpos de mujer toscos e irreales, horribles. Por contra, otras creemos que la capacidad de expresar y contar historias que tiene Paula, el trazo, los rostros, los cuerpos es todo una maravilla que nadie podría alcanzar excepto ella. Cada vez más personas se aburren cuando ven un retrato convencional, clásico y perfectamente encuadrado. Puede que la respuesta esté en separar la capacidad de dibujar de la capacidad de expresar. La capacidad de expresar y contar historias a través del arte es un tipo de inteligencia que no tiene todo el mundo, y es algo que quizás no se pueda aprender. Viene de dentro. La capacidad de dibujar es otra forma de inteligencia, más espacial y técnica, tiene trucos. Tampoco la puede tener todo el mundo, pero sí se puede trabajar en ella y mejorar. Supongo que el artista está en el medio de esa la pelea, o mejor dicho, baile entre esas dos inteligencias. Cada uno tenemos un tipo de inteligencia más desarrollada. Pero, a parte de todo esto, creo que muchas personas se sorprenderían si cogieran un papel y un lápiz. Sería maravilloso que todo el mundo se atreviera a hacer pequeños dibujos de vez en cuando y llevar un pequeño cuaderno encima… Que se le diera más importancia al dibujo, igual que le damos importancia a multiplicar.

 

«La capacidad de expresar y contar historias a través del arte es un tipo de inteligencia que no tiene todo el mundo»

 

¿El estilo es algo que se elige, o se llega a el?
Creo que si eliges el estilo no vas muy lejos, es decir, tu arte no evoluciona mucho. Pruebas estilos y experimentas, claro. Puede que te estanques en un estilo porque te encuentras cómoda o porque te está funcionando en los proyectos en los que trabajas, pero si profundizas de verdad, inevitablemente llegas al estilo, sin elegirlo. Es como conocerse.

¿Ilustrar es arte?
Sin duda la ilustración es arte. Aunque tuve dudas durante un tiempo sobre esto.

¿Cómo afronta el papel en blanco? ¿Cuáles son las estrategias creativas que adopta cuando trabaja?
Para mí la clave está en el boceto rápido que solo el ilustrador entiende. En la esquina de una hoja, en un cuadrado mal hecho rodeado de palabras clave ininteligibles. Es el momento más productivo y con el que más disfruto. Incluso cuando la ilustración está terminada sigo acudiendo a ese boceto. Sé que para cada creador es diferente así que no me agobio y abrazo las maneras que a mi me sirven y dejo de seguir normas preestablecidas del proceso creativo como hacia al principio. Para cada uno funciona de una forma, aunque sé que comparto esto con la mayoría de mis colegas, es algo de lo que a veces nos reímos sintiendo una especie de orgullo por esas ralladuras. También me sirve mucho llevar la idea siempre en la cabeza y darle tiempo fuera del espacio de trabajo. En cuanto tengo un hueco en la cabeza, en el parque, mientras baño a mis hijas, cuando se está cociendo un huevo, sigo trabajando en ella.

¿Qué herramientas de trabajo utiliza para componer sus ilustraciones? ¿Prefiere, técnicas tradicionales o digitales?
Tradicionales. En eso no tengo duda. Necesito el lápiz y el papel. Me parece fundamental la fuerza del lápiz en la hoja, la pincelada mal dada que luego resulta que queda bien… cuando pienso en esto siempre recuerdo a Paula Rego -¿cuántas veces la he nombrado ya?-. La escuché una vez hablar sobre los collages y cómo ella creía que el acto de recortar también influye en la obra, es algo físico, erótico. Y es así. Las técnicas tradicionales dan movimiento y vida. Interactúas con las técnicas, te manchas, presionas, sueltas… Aunque por supuesto hablo desde mi perspectiva. Hay ilustradores digitales maravillosos.

¿Qué es lo que más le cuesta dibujar?
Retratos de personas desconocidas…aunque te sacan de un apuro.

¿Qué no soporta ver en un dibujo?
No soporto un dibujo hecho solo con la intencionalidad de vender y gustar, pensar más en el si es vendible que en el ‘¿esto es de verdad lo que quiero hacer?’ Cuando he descubierto esto en alguna de mis ilustraciones he acabado por aborrecerla.

La elección del color es un elemento importante que forma parte del dibujo ¿cuál es su criterio a la hora de poner color o no, en un proyecto determinado?
La verdad que me dejo llevar por el proyecto. Siempre hago pruebas antes de meter color. Fallo muchísimas veces. Pero normalmente desde el principio sé si tiene o no que llevar color. Me dejo llevar bastante por la intuición.

En la actualidad estamos bombardeados por imágenes constantemente. ¿Qué puede convertir a una ilustración en diferente, memorable y que perdure en el tiempo? ¿En dónde podemos encontrar la belleza de una ilustración?
Es verdad que da miedo ese consumo voraz de imágenes… Supongo que para gustos, ilustraciones. Pero es verdad que hay ciertas imágenes que sorprenden a todo el mundo. Creo que en el momento en el que vivimos, en el que el ‘yo’ y la historia personal de cada uno parece que se antepone a todo, triunfan las imágenes accesibles en las que la persona que lo mira se siente reflejada de alguna forma, ya sea en primera persona, por gustos propios, por experiencias… Pero personalmente creo que la belleza de la ilustración la pone el o la ilustradora. Hay imágenes bonitas y ya está, pero la belleza que perdura en el tiempo está en el filtro que le pone el artista que crea la imagen.

 

«No soporto un dibujo hecho solo con la intencionalidad de vender y gustar»

 

En 2018 publicó su primer libro «Preferiría ser amada» (Nórdica Libros), una antología ilustrada de la poeta estadounidense Emily Dickinson y que fue premiada en 2019 al mejor libro publicado en 2018 en España. ¿Qué supuso para usted este reconocimiento?
Aun no me lo creo, me parece algo increíble. Me llegó en un momento en el que estaba poniendo en duda todo, una de esas crisis semanales. Recibir ese reconocimiento me recordó que había conseguido el objetivo que me propuse al inicio, crear algo auténtico, con lo que realmente me quedara satisfecha, o lo hacía bien o no lo hacía. Y lo hicimos. Siento el libro muy mio la verdad, lo mimé mucho y puse en él todo lo que tenía en ese momento. La verdad que me sentí muy feliz y orgullosa. Nórdica es una editorial maravillosa, estoy feliz de haber ido de su mano en este primer libro. Creyeron en mi en todo el proceso y me dejaron hacer. Y a Emily, que decir lejos de lo que ya sabemos…durante todo el proceso me sentí culpable de estar desmembrando de esa forma sus cartas personales, a veces sentía que la traicionaba. Esas cartas deberían haberse quemado el día que ella murió, según las costumbres de la época.

Háblenos del libro: ¿Cómo fuel proceso?, ¿qué le inspiró?, ¿fue difícil conseguir la originalidad?, ¿cuánto tiempo le llevó dibujar esta obra?
Puede que esta sea la pregunta más fácil de contestar. El proceso fue sobre todo intenso y personal. Saltándome todo el viaje que fue llegar hasta Emily, porque al principio no iba a ser ella, creo que todo empezó de verdad el día que fui a Nórdica y su editor Diego, me tenía preparado «The Envelope Poems» (New Directions Books). Aún no tenía nada y aquel librito que Diego me daba, lleno de sobres con la caligrafía de Emily, me llegó directamente al lugar donde se hace la inspiración. Soy una persona bastante romántica y tener la posibilidad de jugar y añadir los sobres, con su propia letra en ellos, cerraba por completo el sentido del proyecto. Cartas, poemas y poemas escritos en los sobres que a su vez habían guardado las cartas. Me moría por empezar. En ese momento vivía en Portugal. Acababa de construir una pequeña cabaña de madera sin agua corriente, mano a mano con mi compañero, en plena Serra de Sintra. Y esto fue totalmente fundamental para el proceso creativo del libro. Estaba rodeada de la sencillez y la vida de la que Emily habla en sus poemas y sus cartas. No fue difícil crear mi mundo a partir del suyo, tenía todas las piezas. Fueron meses intensos. Una vez hecha la selección de cartas, para la que me pareció importante llevar un orden temporal y una conexión específica entre ellas. La selección de poemas estuvo ligada a las cartas y al orden en el libro.

Es un libro muy físico. Desde el principio trabajé en el lugar que debía tomar cada carta, poema e ilustración. Puede que no se aprecie, pero todo en él tiene un sentido, no hay nada al azar. Y cada página está conectada con la anterior de alguna forma. El esquema que creé del orden de páginas e ilustraciones siempre estaba encima de la mesa, era un mapa ilustrado que siempre necesitaba tener a la vista. También el hecho y el acto de pegar los sobres escritos de Emily en la ilustración, el poder salir y copiar una flor del natural, encontrarme una polilla muerta y guardarla para copiarla en alguna de las ilustraciones… Aproveché todas las herramientas inspiradoras que dio la coincidencia que tenía en ese momento. Aunque, como parte negativa del proceso y de estar aislada, a veces me sobrecargaba y me empecinaba demasiado en una idea. No podía pasarme por Nórdica para enseñar el proceso y compartir ideas, preguntar opiniones y refrescarme un poco. Por email nada es igual. Gracias a que en casa tengo a una persona con un ojo especial que no tiene miedo a decir la verdad cuando algo no está del todo bien. Mi compañero me observaba en silencio y era el jarro de agua fría que me despertaba cuando lo necesitaba. Era capaz de ver el problema cuando yo me atascaba. El crítico necesario. El proceso entero tomó un año, pero la parte divertida unos seis meses. Al final del viaje tenía un libro en una mano y un bebé recién nacido en la otra.

Desde 2013 está colaborando para HBO en la creación de las animaciones «History & Lore» incluidas en los extras del Blu-ray de la aclamada serie de televisión «Juego de Tronos». ¿Cuéntenos esta experiencia?, ¿cómo surgió y cómo es trabajar para HBO?
Creo que estaba en el último año de bachillerato cuando leí el primer libro de «Canción de Fuego y Hielo», entonces solo determinadas personas conocían las novelas de George R. R. Martin. Empecé a hacer una serie de ilustraciones de los personajes femeninos, totalmente fan art del libro, que compartía en internet, pero que no pasaba de ahí, lo hacía totalmente por placer. En 2013 recibí un correo desde Nueva York, habían visto online mis ilustraciones de ASOIAF y me preguntaban si estaba disponible. Esto llegó por sorpresa, como todas las cosas buenas. Al principio ni me lo creía, estaba recién mudada a La Haya y me dedicaba a hacer colaboraciones gratis, retratos por encargo y a ser babysitter de dos niñas. Fue el primer paso verdadero. De repente estaba trabajando en mi mesa, con horario de Los Ángeles, para Buddha Jones y HBO. Y así hasta el año pasado que terminó la serie. Aunque mi colaboración solo duraba unos dos meses al año, trabajar para HBO ha sido una experiencia increíble y enriquecedora. Desde el primer momento sentí que se valoraba mi trabajo y mi tiempo. En Estados Unidos se trata a los ilustradores de otra manera, te miman. Te empoderan con palabras de ánimo y apoyo hacia tu trabajo, especialmente cuando tienes que rectificar algo. Les interesa tu opinión, tu perspectiva, te pagan bien y a tiempo. Quieren que te sientas a gusto, porque así se trabaja mejor. Ha sido maravilloso. Aún es algo a lo que le doy vueltas, ha sido como un objetivo cumplido. Con 15 años, cuando terminé de leer «El Señor de los Anillos» y de verme la trilogía cinematográfica, mi sueño era algún día trabajar en la industria del cine como ilustradora, diseñar vestuario, escenarios, personajes…conservo los dibujos que hacía de Galadriel y Baya de Oro. Solo cambié a Frodo por Jon Snow.

¿Cuál es su mayor satisfacción cuando termina un proyecto?
Que pasados varios meses me siga gustando. Creo que por lo general esto es algo normal en los y las creadoras. Hay proyectos que pasado el tiempo caducan para ti, y puedes llegar a cogerles manía. La satisfacción viene de aquellos que te siguen gustando y no les cambiarías (casi) nada cuando los vuelves a ver pasado el tiempo.

 

«Una imagen creativa es la mejor forma de expresar algo y hacer llegar un mensaje claro y rápido al espectador»

 

¿Se arrepiente de haber hecho alguna ilustración que se haya publicado? ¿Por qué?
Ya no una ilustración, me arrepiento de haber hecho un libro. Me alegra tener la oportunidad de contestar a esta pregunta. Cuando terminé mis estudios de ilustración, cierto escritor me propuso hacer las ilustraciones para un libro juvenil que le iban a publicar. Por supuesto no había presupuesto para pagarme, pero tenía la oportunidad de trabajar en un proyecto editorial (para lo que había estado formándome tres años) que quedaría muy bien en mi curriculum, me abriría puertas, y si acaso, me pagarían un pequeño porcentaje de las ventas. Al final hice 20 ilustraciones, que colocaron como quisieron. Me enviaron tres libros y casi ni las gracias. Es verdad que el libro no merecía mucho la pena, pero aprendí, claro. De esto hace 11 años. El colectivo de ilustradoras e ilustradores hemos aprendido mucho desde entonces. En España esto es algo muy habitual, pero quiero creer que las ilustradoras e ilustradores cada vez trabajan menos en estas condiciones. Hay muchos grupos y colectivos que luchan y trabajan para que esto no pase, para que se valore el trabajo de un ilustrador profesional.

¿En una sociedad como la actual en que todo es imagen, debería estar más reconocida la labor de los ilustradores por parte de esta? ¿Qué papel juega la ilustración en la cultura visual actual?
Es verdad que el papel del ilustrador nunca ha estado reconocido. Antes pocas personas compraban un libro ilustrado. La gente se sorprende cuando descubre la cantidad de ramas que tiene la ilustración, lo mucho que se utiliza y lo importante que es en muchos procesos. Pero creo que actualmente la ilustración está tomando más fuerza en parte porque se está apostando por hacer cosas nuevas, hay proyectos muy atrevidos y novedosos, pero sobre todo porque se está utilizando como una herramienta de reivindicación. Una imagen creativa es la mejor forma de expresar algo y hacer llegar un mensaje claro y rápido al espectador. Bueno, este siempre ha sido uno de los objetivos de la ilustración, las imágenes de la Biblia en las iglesias, los impresionantes carteles soviéticos de la era espacial. Pero ahora se trata de algo más personal, mucho más masivo y directo. Estamos en una época en la que todo tipo de colectivos y personas quieren hacerse oír, expresar sus ideas y reivindicar sus derechos y ahí la ilustración está jugando un papel fundamental, con todo tipo de estilos. Por ejemplo, el feminismo está dando mucha caña de la mano de la ilustración. Las redes sociales han tenido un papel importante en este reconocimiento colectivo, pero ojo, son un arma de doble filo. No todo lo que es oro brilla.

¿Desaparecerá el libro en papel?
El libro no puede desaparecer. Hay que educar a las personas en el valor de un libro y de un libro bien editado. Tanto en su contenido como en la intención y atención que se pone en cada fase del proceso de publicación. Hay que enseñar a amar los libros. Creo que un libro no debería ser considerado un mero pasatiempo, fácil de eliminar cuando has acabado, también es importante tenerlos presentes físicamente. El libro en papel nos alivia y devuelve a nosotros mismos, porque es una realidad que cualquier persona siente algo especial al tener su libro favorito en la estantería. Quizás es un pensamiento bastante ingenuo… Verlo de reojo cuando pasas por el pasillo y recordarlo. No creo que tenga el mismo efecto si los tienes todos archivados en un eBook. Y por supuesto los libros ilustrados pierden algo de sentido si no están en papel. Pero, ¿cómo evitar esto? ¿Cómo vamos a parar el proceso si los niños con cinco años ya tienen una tablet en la mesa del aula? Por no hablar de lo que ven o no ven en casa, que es donde empieza la educación. Es terrible, e inevitable me temo, soy bastante pesimista en este sentido. La búsqueda de lo supuestamente práctico nos está alejando de cosas bellas.

¿Qué es el libro para usted?
Creo que se le puede dar muchos usos a un libro, depende de lo que busques en él. Es como la bolsa de Mary Poppins, cabe todo lo que puedas necesitar. Personalmente un libro para mi ha sido siempre un espacio seguro y sin prejuicios donde te puedes cuestionar todo y en el que siempre encuentras las herramientas que necesitas para enfrentarte a cualquier conflicto o situación, ya sea personal o creativa. Puedes hallar desde la confianza hasta la misma duda y estar toda tu vida volviendo una y otra vez a esa historia o fragmento que leíste una vez. A quién no le pasa…te alivia y protege.

¿Está actualmente trabajando en un nuevo proyecto?
Si, aunque de momento solo están tomando forma. Uno de ellos es una novela gráfica, escrita por un autor holandés, que esperamos se publique en Francia el año que viene. Todo lo que estaba planeado para este año se ha retrasado. También estoy trabajando en un proyecto muy potente inspirado en una leyenda de «Tierra de Fuego». Voy de la mano de la escritora Cynthia Cordi, quien colabora conmigo narrando la historia. Estoy muy emocionada con este proyecto, aunque aún estamos en las fases iniciales. Será un proceso lento, ya que es uno de esos trabajos a los que hay que ofrecerle la tranquilidad y el tiempo necesarios, como a un parto.

Para terminar, ¿qué libro o libros recomendaría leer a todo ilustrador?
Bueno, aunque eso de recomendar libros es delicado, creo que me voy a atrever a recomendar uno, especialmente a las y los ilustradores, «Cartas a un joven poeta» de Rainer Maria Rilke. Es parte de la correspondencia que Rilke mantuvo con el poeta Franz Xaver Kappus, quien le pedía consejo sobre el proceso creativo. Es un libro muy pequeñito, pero dentro está mucha de la verdad y la luz que un creador necesita. Y mucho más. Este es el ejemplo de libro al que se vuelve siempre.

 

 

 

 

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