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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

RCR Arquitectes y su abstracción significativa

RCR Arquitectes y su abstracción significativa
Biografía esencial de Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta. RCR Arquitectes.
Pablo Delgado el

En el cuarto monográfico que EL croquis dedica a RCR, tras más de dos décadas de recorrido conjunto, en este número decidieron indagar en la continuidad de su trabajo, comprender qué rasgos perviven en su obra reciente en la que abandonan apriorismos aparentemente irrenunciables, como la próximidad geográfica o la escueta condición formal.

RCR Arquitectes se ha convertido en un estudio referente de la arquitectura española. Desde su localidad, Olot, consiguieron el año pasado el reconocimiento más prestigioso que se le puede otorgar a un arquitecto, el Pritzker.

El presente volumen, que aporta un punto de vista más y engorda así la documentación de este gran estudio, comienza con la conversación que mantuvieron con los profesores Inmaculada Maluenda y Enrique Encabo en Espai Barberí un sábado por la mañana. La visita se articuló como una prolongada respuesta en forma de flashback: iniciada en compañía de Rafael Aranda en Mas del Vent y Mas Salvá, dos masías en el entorno de Palamós, concluye en las horas posteriores a la conversación junto a Carme Pigem y Ramon Vilalta en una obra iniciática: el estadio de atletismo Tussols-Basils.

Crematorio de Hofheide

En esa conversación cargada de magníficos puntos de vista y sobre todo de cómo se entiende la arquitectura. RCR muestran su interes por conceptos que subyacen, no por los resultados. Con cada proyecto intentan escrudiñar qué hay debajo de las cosas, siendo esta la principal esencia de su arquitectura, ya que si consiguen llegar al fondo de las cosas, ahí encontrarán la fuente principal y más rica. Buscan la comprensión entendida como el haber experimentado algo más que el conocimiento, ya que si este es exagerado puede llegar a transformarse en algo prestado y no propio, proporcionando así una gran confianza a lo autodidáctico entendido como la manera de comprender cobrando sentido por lo tanto esa “experiencia”.

RCR crean un pensamiento que sirve para orientar la arquitectura sobre cómo moverse en esa complejidad actual del mundo, permitiendo también abordar la propia de cada contexto y lugar. Construyen limites integradores sin clasificar ni delimitar esos limites que se crean entre los espacios exteriores e interiores. Fijan la categoría de un espacio construido en el que el entorno se encuentra fuera produciéndose una ósmosis natural entre ambos. De modo que el exterior ya no podría entenderse sin el interior y viceversa, volviéndose uno e indisociable. La luz, el espacio, las proporciones, las relaciones entre unos y otros, siempre en RCR plantean la interacción. Una interacción entre persona y el espacio que le rodea. Procuran que esa persona sienta dicho espacio a través de una arquitectura que logre transmitir su propio carácter.

Museo Soulages

Para RCR las tres ventanas (dimensiones) -como los tres socios- fundamentales son la sensorial, la racional y la espiritual. Su trabajo consiste en explorarlas a través de los conceptos que fijan, como las ideas esenciales de cada proyecto. Todo tiene que ver con la esencia del espacio. Por lo que lo primero y lo más importante, para los arquitectos, es concebir un espacio que tenga la capacidad de transmitir el vacío, entendido este como un concepto primigenio configurado a partir de sus limites, para luego profundizar en otros factores claves de la arquitectura como la luz, la proporción o la belleza.

Destacan por una rigurosa geometría y una áspera materialidad de dichos espacios, permiten al ciudadano experimentar sensaciones personales y por tanto únicas por ese encuentro con su arquitectura. En lugar de confiar en formas singulares y seductoras, o en asombrosos ejercicios estructurales, RCR desarollan una arquitectura que fusiona racionalidad, intuición, razón y sentimiento, en la que las ideas, las articulaciones y los significados sutiles comprenden un contexto general hasta llegar a los detalles más mínimos. “Sus proyectos son poderosas reacciones y asociaciones emocionales, delicadamente articulados que generan atmósferas acogedoras de una arquitectura minimalista”.

Territorio Cercas

Su abstracta y visualmente mínima arquitectura entra en resonancia con la tierra y, en especial, con las características volcánicas de su región natal. En palabras de Juhani Pallasmaa (Helsinki, 1936), arquitecto y profesor emérito de los que sus escritos han sido traducidos a más de 35 idiomas, habla al final del volumen, después de repasar una gran variedad de trabajos de RCR, de que no le cabe duda de que los arquitectos han desarrollado de forma rigurosa una propia “lógica constructiva”, que engloba las características del paisaje -natural, agrícola y urbano-, las profundas corrientes de fondo de la construcción local tradicional y las tradiciones modernas de síntesis a través de la abstracción y la imaginería estratificada de las artes. La riqueza de su expresión -comenta Pallasmaa- surge de la absorción y yuxtaposición de esa multiplicidad, y no de una reducción estilística que persiga un impacto minimalista. Pallasmaa califica las obras de RCR como tectónicas, arquitectónicas y profesionales. Si bien a menudo apuntan las cualidades abstractas del arte minimalista en el que el aire ingrávido y etéreo de su obra así como el uso del vidrio como superficie indivisible remiten a obras como la de Robert Irwin o Larry Bell.

Existe en ellas una sensación de elemento lúdico consciente, de voluntad de juego, que les inyecta una energía inventiva que no cesa de ampliar y hacer evolucionar su universo arquitectónico, sin que dé la impresión de repetición o rutina. Responden con la misma sensibilidad a los emplazamientos rurales y urbanos, entablando un dialogo arquitectónico tanto con el paisaje y la vegetación como con edificios de diferentes épocas y valor cultural, todo ello bajo una clara inspiración japonesa que toma como centro vertebrador la energía zen.

El número 190 de EL croquis dedicado a RCR arquitectes con obras comprendidas entre 2012 y 2017 entre las que están el crematorio de Hofheide, la piscina cubierta en Taradell, Museo Soulages, Masía Mas Salvà, Centro de Arte La Cuisine, Casa Malecaze, la Escuela del Sol, Territoriao Cercas (un sofá realizado con la figura del escritor), o la Biblioteca De Krook, es como bien dicen los protagonistas en el discurso realizado ante la entrega del Pritzker de 2017 “un arte de materializar los sueños en un viaje de largo recorrido” visual y arquitectónico formador de nuevos paisajes integradores con los existentes. Este volumen es un esencial para el estudio de su arquitectura diferenciadora e integradora.

EL CROQUIS // Nº 190 RCR Arquitectes 2012 2017 // 69 euros // 284 páginas

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