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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

El eco del caos en el mundo actual

«Oleg», un cómic dibujado por Frederik Peeters de autoficción que se centra en el proceso creativo y en reflexionar sobre un mundo demasiado tecnológico

El eco del caos en el mundo actual
Pablo Delgado el

Frederik Peeters (Ginebra, 1974) se ha convertido en uno de los creadores más representativos del cómic europeo. Sus trabajos no dejan de editarse tras el éxito que alcanzó Píldoras azules (Astiberri), los cuatro tomos de Lupus recopilados en un volumen integral, los seis volúmenes de Koma o los dos volúmenes de RG, con un primer tomo que es reconocido como uno de los álbumes esenciales en la edición del año 2008 del festival de Angoulême.

Oleg (Astiberri) es Frederik Peeters o casi, podríamos decir que es un alter ego, Oleg. Autor de historietas, trabaja en la escritura de un libro que comenta con su pareja. El dibujante suizo vuelve a abrir las puertas de su día a día con una narración en tercera persona. Recorremos los entresijos de la producción de una tira cómica con el trabajo de la imaginación, los dolores de la creación, las relaciones con el editor. Además, la relación del protagonista con el mundo no es fácil y Oleg, aunque a menudo divertido o conmovedor, puede ser gruñón, crítico e incluso un poco misántropo en ocasiones. Una elección ligada en parte a la omnipresencia actual que sobrepasa la intimidad en las redes sociales.

El cómic es una inmersión en el día a día de un dibujante, una declaración de amor a sus seres queridos y, sobre todo, una mirada desencantada a los cambios que ha experimentado la sociedad hacia situaciones absurdas, provocadas por esa inmersión tecnológica ala que está sometida. La obra en ciernes está constantemente contaminada por los acontecimientos de la realidad y, en el caso particular de Oleg, por las fructíferas conversaciones con Alix, su pareja desde hace veinte años. Sin olvidar los intercambios con Elena, su hija adolescente. Le seguimos en su cocina, en la piscina, en su mesa de trabajo… Hasta que la repentina caricia de su pareja interrumpe esta bonita rutina.

Con su dibujo en blanco y negro muy expresivo, Peeters nos cuenta una historia aparentemente inocua, pero cargada de emociones y mensajes que tocan lo universal. Por su profesión, tiene que vivir retirado del mundo, encerrado en su estudio pero su fina visión de una época en la que la ficción primaba sobre la realidad, donde el racismo se complejiza, donde prima el individualismo, donde el consumo enloquece, es aún más relevante gritar contra todo ello de forma expresiva y a través de lo que mejor se le da, que es dibujar.

La idea de Peeters es la de cuestionarse la definición de ilustrador y autor de cómics, y mostrar cómo puede funcionar ese proceso antes de que se ponga en marcha y se transforme en un dibujo, una portada o un libro. A su vez reflexiona sobre la relación con su hija que después de 20 años criándola, lleva su vida, y se da cuenta que durante ese tiempo han pasado muchas cosas. Especialmente porque no está conectado a la tecnología actual.

El tema principal de Oleg es esa especie de fusión gradual entre la realidad y la ficción. Muestra una vida que dialoga constantemente con las historias que cuenta Peeters. Un fenómeno que se ha contaminado con la vida de otros, es decir, un mundo que está ahora en una burbuja de ficción en el que parece que hay una especie de atasco que se establece por todo el mundo, pendiente de sus pantallas y no de aquella realidad que le rodea.

Un cómic que a su vez presenta cierto dramatismo mezclado con dosis de humor, de diálogos y acciones que suelen quitar hierro a situaciones comprometidas, lo que lo hace alejarse de ese espíritu de seriedad que aterra a su autor. Peeters tira de la ironía para evocar en sus cómics elementos que parecen pertenecer a su propia vida siendo esta una forma de poner diversión y humor en la narración.También es una declaración de amor a su esposa, mostrando la relación con ella, sus confidencias en las buenas y en las malas.

En definitiva, este cómic engancha, atrapa, hace pensar, es un eco del caos del mundo actual interceptado, pero que en muchas ocasiones está vacío, aunque tengamos más información que nunca por las sacudidas en las redes globales de información que cuando surgen noticias falsas se convierten en un exceso de datos que el cerebro no puede tratar.

Oleg // Frederik Peeters // Astiberri // 2021 // 18 euros

Cómic

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