La mayoría de nosotros, hemos adoptado ya de forma natural mirar muchas imágenes al mismo tiempo. Lo hacemos todos los días a través de internet con los móviles, las tablets, e incluso ya con los televisores, además de las míticas vallas publicitarias que nos encontramos en el camino; y qué decir de las revistas, periódicos (aunque cada vez menos) o libros ilustrados y cómics que siempre nos han acompañado y por suerte todavía lo hacen. Imágenes, imágenes y más imágenes, pero, ¿y si sacamos de su contexto inicial esas imágenes? Por ejemplo, ver imágenes de bellas artes de una manera no lineal, sin texto que las acompañe, y además, fuera de un museo. Esto es algo que ahora nos parece normal y nada raro, pero hace 100 años fue algo totalmente radical y novedoso.
Esto es en parte lo que hace que Atlas Mnemosyne, de Aby Warburg (1866-1929), sea una colección enciclopédica de casi 1.000 imágenes, mediante la cual pretendía narrar la historia de la memoria de la civilización europea. Warburg, fue un historiador del arte y teórico cultural alemán, que trabajó en el atlas desde 1925 hasta su muerte en 1929. Para hacerlo, tomó reproducciones de obras de arte e imágenes de monedas, mapas celestes, calendarios y tablas genealógicas, así como carteles publicitarios y sellos postales, y los clavó en tablas de madera cubiertas con una tela negra.
Warburg fue un personaje curioso, reconozco que no tenía mucho conocimiento de él, pero al ponerlo en común Javier Olivares y Jorge Carrión con la famosa librera Sylvia Beach (1887-1962), han abierto todo un mundo de conocimiento visual entorno al arte, los libros y sobre todo, la cultura. En un original cómic Warbug & Beach (Salamandra Graphic) ponen en valor y en común a través del relato de estas dos biografías en paralelo, el valor cultural de dos de los grandes prescriptores del siglo XX cultural en Europa.
Warburg nacido en el seno de una rica familia de banqueros en Hamburgo. En 1909, comenzó a organizar la Biblioteca Warburg (futuro Instituto Warburg), con la intención de que funcionara tanto como depósito de su colección privada como para la educación pública. Sylvia Beach de todos es conocida por su labor como librera de Shakespeare & Company en París.
Dos figuras, de las que Olivares y Carrión trazan un mapa emotivo y cultural sobre ese mundo que vivieron. Desde la excepcionalidad en los dibujos del ilustrador madrileño hasta la magnífica elaboración de una estructura narrativa elaborada por Carrión, en la que condensa, con la ayuda de las ilustraciones, parte de la gran vida intensa y cultural de estas dos excepcionales figuras.
Los autores nos cuentan, tanto de Beach como de Warburg, cómo llegaron a impulsar el pensamiento cultural del siglo XX. Beach desde aquellos comienzos en los que iba adquiriendo el mobiliario en el mercado de antigüedades para que así todo pareciera de viejo para su librería Shakespeare & Company, en donde llegó a reunir a muchos escritores y además, fue editora del Ulises de Joyce. También, tuvo una gran influencia entre los escritores exiliados americanos y los franceses, sirviendo de puente entre la literatura de vanguardia americana y la literatura francesa de la época.
Aby Warburg, desde su Biblioteca en Berlín, con la creación y propuesta de su proyecto del Atlas Mnemosyne, fundamentó e impulsó buena parte del estudio sobre el arte y la iconografía que se hizo en el siglo XX.
El cómic refleja la importancia de las librerías o las bibliotecas como espacios de un impulso cultural necesario, siendo lugares de encuentro en los que suceden cosas. Además, han sido invitados a modo de prólogo figuras como el editor y librero Joseph Johnson y Mary Wollstonecraft y como colofón a la historia central, la librera de la famosa Gotham Book Mart Frances Steloff y el artista Marcel Duchamp.
Un cómic que lo hace diferente en su forma y en su contenido. En su forma, por su estructura realizada en acordeón, que hace de el una experiencia de lectura totalmente diferente, experimental y aunque pueda resultar incómodo no lo es para nada, todo lo contrario. Es una gran idea, ya que se puede leer como si fuera un cómic clásico o abrirlo en su totalidad y experimentar una visión de conjunto de la obra gráfica que la hace distinta y divergente al cómic clásico, dejando una impronta peculiar en la mente del lector.
Al tener esta encuadernación peculiar, el cómic se convierte en un juego visual: pones a un personaje en una cara del papel y al otro personaje en la otra. No hay una jerarquía y puedes empezar a leer por cualquier parte. Un formato de acordeón que hace que conozcamos a cada personaje sin que lleguen a encontrarse en cada parte del libro. Una historia de vidas paralelas colocadas de forma homogénea con la característica de tener una narrativa muy fluida, conectando entre sí a la perfección. Se forma un bucle en el que parece que el libro nunca termina. Todo ello enriquecido en un empleo magistral del color. Cada historia tiene el color necesario y singular que hace de guía al lector, separando las diferentes partes narrativas.
Un cómic-objeto de coleccionista, que es todo un reto conseguido. Un gran homenaje al libro físico, un cómic memorable de dos personajes de alta cultura y para toda la cultura, con una gran capacidad para inspirar las bibliotecas del futuro y también a los lectores. Abre un gran ventanal hacia la búsqueda del conocimiento de todas las figuras míticas del arte, y de los libros que aparecen en este grandilocuente cómic. Dos personajes que revolucionaron con sus proyectos intelectuales la relación entre los escritores y sus lectores, entre la literatura y el arte.
Warburg & Beach // Javier Olivares y Jorge Carrión // Salamandra Graphic // 2021 // 17 euros
Cómic