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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Juana de Arco

Juana de Arco
Pablo Delgado el

El pasado 30 de mayo (hace 584 años) murió Juana de Arco, también conocida como la Doncella de Orleans  (Domrémy, 6 de enero de 1412 – Ruan, 30 de mayo de 1431), fue una heroína militar y santa francesa. De origen humilde, ya con 17 años encabezó el ejército real francés. Convenció al rey Carlos VII de que expulsara a los ingleses de Francia, porque Dios la enviaba para dicha tarea, y éste le dio autoridad sobre su ejército en el sitio de Orleans, la batalla de Patay y otros enfrentamientos en 1429 y 1430. Estas campañas revitalizaron la facción de Carlos VII durante la guerra de los Cien Años y permitieron la coronación del monarca.

Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y el duque Juan de Bedford la quemó viva en Ruan. La mayoría de los datos sobre su vida se basan en las actas de aquel proceso pero, en cierta forma, están desprovistos de crédito, pues, según diversos testigos presenciales del juicio, fueron sometidos a multitud de correcciones por orden del obispo Pierre Cauchon, así como a la introducción de datos falsos.

Veinticinco años después de su condena, el rey Carlos VII instigó a la Iglesia a que revisara aquel juicio inquisitorial, dictaminando el papa Nicolás V la inconveniencia de su reapertura en aquellos momentos, debido a los recientes éxitos militares de Francia sobre Inglaterra y a la posibilidad de que los ingleses lo tomaran, en aquellos delicados momentos, como una afrenta por parte de Roma. Por otro lado, la familia de Juana también reunió las pruebas necesarias para la revisión del juicio y se las envió al papa, pero éste se negó definitivamente a reabrir el proceso.

A la muerte de Nicolás V, fue elegido papa el español Calixto III en 1456, y fue él quien dispuso que se reabriera el proceso. La inocencia de Juana fue reconocida ese mismo año en un proceso donde hubo numerosos testimonios y se declaró herejes a los jueces que la habían condenado. Finalmente, ya en el siglo XX, en 1909 fue beatificada por el papa san Pío X y posteriormente declarada santa en 1920 por el papa Benedicto XV. Ese mismo año fue declarada como la santa patrona de Francia.

Lous-Maurice Boutet de Monvel (Orléans, 1851- París, 1913), realizó una obra ilustrada sobre Juana de Arco, en concreto, sobre su época militar francesa en la que representa de forma ilustrada y de una manera magistral esos días de batallas incansables y sangrientas.

Empezó siendo pintor de motivos históricos, pero por razones económicas aceptó ilustrar unos libros infantiles, el rumbo de su carrera cambió totalmente. En 1896 y después de dos años de trabajo publicó el innovador album ilustrado de Juana de Arco, reeditado actualmente por Ediciones Thule.

Un primer motivo de la influencia de  Boutet de Monvel en las ilustraciones posteriores está en su talento para pintar con nautralidad el mundo infantil: sus figuras de niños normales, y no de clase alta, respiran autenticidad. Durante décadas sus álbumes fueron refrencia para la industrial editorial norteamericana (E. Boyd Smith, considerado primer autor de álbumes en norteamerica, actuó bajo su influencia) que buscaba, sin conseguirlo, llegar a su nivel en la confección y en la impresión del color.

Juana de Arco es su obra más reconocida y prestigiosa, una obra que revela un talento excepcional para el diseño global del libro, para la organización de la secuencia de las ilustraciones y para la composición medida de cada imagen. Además el relato es sobrio y se ajusta bien a los datos históricos documentados.

Boutet de Monvel estudió a fondo el problema de la pérdida de calidad causada por la impresión que debía usar y procuró convertir estas limitaciones en oportunidades, de modo que utilizó un dibujo muy limpio evitando las sombras y usando colores planos y suaves. Además recurrió a la zincografía, una técnica que permitia más matices en el color e imprimir en superficies mayores: era raro en la época encontrar un libro con escenas apaisadas a todo color y de una gran tamaño.

Las imágenes realizadas recuerdan a los grandes grabados japonenes, así como a la pintura prerrafaelita, una pintura que estudia con atención la naturaleza, seleccionan en el arte de épocas pasadas lo directo, serio y sincero, descartando todo lo convencional, autocomplaciente y aprendido de memoria. El prerrafaelita rechazaba el arte académico predominante. Desde su punto de vista, la pintura académica imperante no hacía sino perpetuar el manierismo de la pintura italiana posterior a Rafael y Miguel Ángel, con composiciones elegantes pero vacuas y carentes de sinceridad. Por esa razón, propugnaban el regreso al detallismo minucioso y al luminoso colorido de los primitivos italianos y flamencos, anteriores a Rafael —de ahí el nombre del grupo—, a los que consideraban más auténticos.

Utiliza Boutet de Monvel recurso innovadores como ilustraciones a doble página y a veces las finuras rompen el recuadro delimitador de la ilustración saliéndose de este y originando una sensación mayor de fuerza y tensión del momento.

En definitiva es un álbum ilustrado muy bello y bien editado que casan a la perfección el momento histórico vivido, junto con las preciosas ilustraciones que nos muestran y nos trasladan de forma fehaciente a esa época histórica y convulsa que enfrentó a dos potencias militares y religiosas.

Juana de Arco // Louis- Maurice Boutet de Monvel // Edicones Thule // 14,95 euros

 

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