Al arribar a las últimas costas del año, desde el lugar adonde el viento y las olas nos hayan traído, un recuerdo para los que ya no están y el deseo de que la Navidad sea un tiempo para compartir entre familia y amigos. Aquí estamos felices de compartir historias de (no tan) antiguos navegantes, de nobleza y valor singulares, de la vida y la lucha en las cubiertas, historias de viejos marinos, de velas al viento y también pólvora y huracanes que resuenan todavía en un pasado que nos trajo hasta aquí. Hasta hoy.
Para aquellos que estén lejos de los suyos, fondeados en algún lugar o en algún sentimiento perdido de los mapas, fuera de rutas o en islas desconocidas, solo una certidumbre: la de que el mar -metáfora redonda para la distancia y la infinitud del tiempo-, la mar en la que buscamos nuevos horizontes nos une tanto como nos separa. Aunque debamos navegar sobre mil barcos hundidos.
Bajo la luz de las estrellas, en la cala más próxima a nuestro corazón igual que en el punto más distante de nuestros deseos, recordemos que la Navidad es también la historia de un camino tenue y fundamental que se abrió entre las constelaciones, una noche de hace dos mil años en la que se concentra para muchos el sentido -o los cinco sentidos- de la vida, pero que es, además y sin duda, el momento más intenso de esperanza en la historia de los hombres. De los que navegan y de los demás.
La esperanza debe ser en estos días la marea, una fuerza que depende de nosotros en este mundo de océanos inmensos.
En Navidad pararon algunas batallas, o se gritaron de buque a buque igual que de trinchera a trinchera lo que el corazón dictaba. Dejemos a un lado todo lo superfluo y ciñámonos al viento provechoso que nos lleve a superarnos.
Desde nuestro puerto familiar, y a la espera de que volvamos a encontrarnos, queridos lectores, todos los que hacemos posible este blog ESPEJO DE NAVEGANTES os deseamos con afecto una muy Feliz Navidad, el mejor viento para los próximos días y buena mar para el año que empezará pronto, en el que esperamos seguir contando con vosotros.
¡Feliz Navidad, navegantes!
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