Hace unas semanas algunas personas de la cofradía de pescadores de La Línea de la Concepción junto con miembros de la fundación DENAES procedieron a izar una de las estructuras de hormigón que vienen arrojando ilegalmente, desde una perspectiva española, las autoridades gibraltareñas.
No las denomino bloques porque en realidad son estructuras de hormigón que incorporan un diseño idóneo para cambiar el ecosistema medioambiental y social de la bahía de Algeciras. Se explica esta precisión en cuanto a que el diseño en hormigón deja salir unas astas de hierro ideadas para destrozar las redes de pesca desde unos bloques con un peso y una envergadura aptos para sustituir y esterilizar los fondos de arena de esa parte de la bahía. El objetivo buscado e ideado es éste: Cambiar la configuración del fondo marino, extirpando las comunidades biológicas existentes, afectando a las asociadas, modificando el ecosistema completo de la bahía afectando su turbidez, temperatura y corrientes y desde luego expulsando las artes tradicionales de pesca en la zona. ¿Pero eso es todo? No. Claro que no.
Gibraltar ha sido el escenario de muchas batallas, cuyos restos reposan en la bahía como testimonio de la voluntad de un pueblo de no aceptar que parte de su territorio sea una colonia, como todavía denuncia, para vergüenza de Europa, su propio estatus ante Naciones Unidas. Los vertidos de hormigón vienen a sustituir ese testimonio histórico, a callar por extinción física de esa huella arqueológica y hacer irrecuperable para las generaciones futuras los restos que describen la dramática historia de esa bahía que ha condicionado tanto la historia de Europa. El viejo sueño de cambiar la historia por medio de la destrucción de la memoria.
La Consejería de Cultura de Andalucía declaró por orden de 20 de abril de 2009 zona de servidumbre arqueológica el Espacio subacuático de la Bahía de Algeciras. Por supuesto muchas de estas declaraciones vienen siendo puros títulos de propiedad en Marte y, en este caso, a pesar de la gravedad de las actuaciones de las autoridades del Peñón, sin virtualidad. Y si tiene esa norma virtualidad, si es algo más que pura publicidad del poder, que se cumpla, que se autorice y emprenda un análisis arqueológico de esa zona y que se evalúen los daños que se están causando y se pueden todavía causar.
Tuvo la amabilidad de llamarme el abogado Francisco Javier Ortega quien ha estado detrás -y ahora da la cara- en este asunto del izado de la estructura de hormigón. Compartimos opiniones sobre las orientaciones que admite el caso entre ellas que estamos ante un presunto delito medioambiental. En esa misma dirección hay otras iniciativas legales que merecen consideración como la emprendida por el Club de la Constitución.
Desde aquí, quisiera plantear la cuestión del presunto daño al patrimonio histórico arqueológico dada la especial trascendencia del registro histórico que descansa en esas aguas y añado el detalle de que los fondos marinos invadidos gozarían, desde la perspectiva inglesa, como mínimo, del mismo estatus que el aeropuerto contiguo de soberanía compartida. No hay espacio para desarrollar todo esto aquí, pero es evidente la falta de transparencia que afecta a la última roca colonial del Imperio, también por parte española.
Se ha sostenido que el informe efectuado por encargo de las autoridades gibraltareñas es un verdadero estudio de impacto ambiental. Vale la pena sorprenderse y encontrar recomendaciones del tipo que Gibraltar tiene que reclamar aguas territoriales hasta las 12 millas, supongo que quien lo redactó sería miembro del equipo de gobierno del sr Picardo y que deja claro que el estudio fue bien facturado y pagado por las autoridades gibraltareñas . Este no es un foro medioambiental, no voy a adentrarme en cuestiones que exigen otra especialización pero incluso el sentido común es algo que las ciencias físicas y las denominadas humanísticas compartimos. La creación de un arrecife de esas dimensiones, el vertido hasta elo momento de más de 350.000 kg de estructuras, la implantación de pastos marinos a posteriori ¿quién puede sostener que ese proyecto no afecta a la bahía? ¿Cómo puede evaluarse el mismo sin tener en cuenta lo que pretende edificarse en los aledaños sumergidos del aeropuerto donde no se tiene previsto repoblar otra cosa que edificios…?Recordemos las garantías legales de Gibraltar que incumplieron su propia normativa sobre marina mercante en el caso Odyssey evitando la intervención del Receiver of Wreck, como solicitamos desde ABC. Gibraltar pretende mantener su línea histórica en relación con la justicia, una historia judicial que nace al mundo con el caso del Marie Celeste, una especie de culebrón de fantasmas para explicar lo que fue un más que evidente acto de piratería que acabó legalizado en el Peñón. Entiendo perfectamente a quienes no se van a quedar esperando de una vecindad fallida -lamento decirlo- otra cosa.
He visto que se ha criticado incluso desde ciertos estamentos oficiales a las personas que han izado la estructura de hormigón, me gustaría decirle al presunto lector de este artículo que el monopolio de la opinión y de la actividad social es el apriori de la incompetencia política. Rotas sean estas frases en favor de que la sociedad civil pueda protestar con una libertad razonable frente a lo irrazonable y que la objeción, la discusión y la imaginación se considere patrimonio de las democracias, más aun frente a lo que es un acto gravísimo, de mala vecindad.
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