Pues sí. Cristóbal Colón, pasa de “surcar la mar con las naos, a los cielos en avión”. Ni más ni menos, Colón, el más reconocido descubridor de todos los tiempos, ha sido fichado por la Norwegian, que llevara su imagen en uno de los aviones de su flota. “Cristopher Columbus, Explorer of the New World”, rotula el timón de cola del Boeing, pasando a ser marca, un valor activo para los Escandinavos. Y no le ha salido mal la jugada desde el punto de vista de la comunicación. Desde el diario de Yucatán, al Universal Mexicano, pasando por diversos diarios Españoles, ha sido el recorrido que nuestro descubridor ha podido realizar en las portadas de los medios. Una magistral jugada de la compañía escandinava que no deja de llamar poderosamente la atención por su innovacion y significado. Ilustran sus aviones con los descubridores y exploradores hispanos, notabel detalle, máxime teniendo en cuenta que nosotros relegamos a los nuestros al olvido. Ya no te digo nada, para que nos hagamos cuenta del hecho, ¿cuando dibujaríamos nosotros en las alas hispanas a Admunsen, Olaf Trygvgvason o a Knut Hamsun?…Estuvieron no hace mucho en el vestíbulo principal del Museo Naval fotografiando a nuestros amigos los exploradores. Unos cuantos personajes del siglo XVI, que entre ellos solos dibujaron buena parte de las costas del mundo. Con dos bemoles. Y allí que se dispusieron, con sus equipos fotográficos tomando los detalles de aquellos óleos que el Museo Naval de Madrid expone como ejemplos de hispanidad, de lo que nuestra tierra, sus hombres y su cultura dieron al mundo. “Explorer of the new world” cita el recuerdo de la aerolínea Noruega. Los creativos escandinavos ateniéndose a la realidad, no podían haber encontrado mejor calificativo para su aventura valiente, ya que tenemos que recordar, dos emprendedores allá por 1993 se recorrieron media Noruega para buscar financiación con el objeto de levantar la quebrada aerolínea Busy Bee que operaba vuelos de radio corto. Menuda paradoja. Como Colón, buscaban financiación para la nueva aventura. Y en el caso de los Noruegos, querían emprender y aventurarse en un nuevo mercado donde otras líneas de bajo coste habían fracasado: los vuelos de largo radio. Vaya. Ni al pelo la comparación.
Nos describió perfectamente la situación y el significado la directora técnica del Museo, conocedora perfectamente del valor histórico y de su gran potencial social. Van a introducirse en el mercado americano, con dos nuevas líneas entre Estados Unidos y las islas Caribeñas. Seis siglos después esta compañía aérea realiza su singular y pionero descubrimiento, la de llevar a miles de pasajeros a estos nuevos destinos paradisíacos desde Nueva York o Boston. ¿Como podría imaginarlo Colón cuando el descubridor pisó Guadalupe durante su segundo viaje (en 1493), y La Martinica durante el cuarto (en 1502)?. Que por cierto, aprovecho para recomendar el estudio del profesor de la Universidad de Cádiz Luis Coín sobre la cuestión, que no esta de mas si tenemos que hablar de las rutas y los viajes del marino, El equipo creativo de la aerolínea lo tuvo claro; su primer descubridor del mundo, la imagen de nuestros aviones allí. De un lado el marketiniano elemento de la aventura. De otro, el reconocimiento internacional, dos de los baluartes sobre los que se erigen las figuras de Elcano y de Colón y la de un montón más de exploradores hispanos que descubrieron el mundo.
La fotografía que eligieron de Colón, -ya que podían elegir en aquel panel del gran vestíbulo principal que ilustran a los más tempranos descubridores, junto a nuestros vecinos portugueses, de la humanidad-, era un óleo más clásico, más fácilmente reconocible del almirante, obra del pintor Rafael Tejedo, allá por 1828. Vaya dos valores activos para una marca; el reconocimiento internacional y la aventura. Los Noruegos la han encontrado en nuestra historia. La de España y con toda la razón del mundo, durante siglos, desde el auge, con el descubrimiento de las Américas, que ayer magistralmente John Elliott recordó en su conferencia de la casa de las Américas, hasta la decadencia, “con sus últimos de filipinas”; la aventura siempre ha ido de la mano del hispano. Era magistral, o al menos me lo parecía. Recuerdo el último viaje a Londres garabateando la pagina de la revista de Air norwegian, aquellas dos en las que ilustra todas las colas de los aviones de su flota. Me lo pase en grande. Toda una delicia para el curioso y ya la repanocha para un historiador. Conocer las ilustraciones y las personas de aquella cultura que en algunos casos me era, nos son, desconocidas.
En un mundo global, una buena imagen del país es un activo que sirve para respaldar la posición internacional de un Estado política, económica, cultural, social, científica y tecnológica. En nuestro país la historia y su legado cultural parecería que no es aprovechado como realizan otros países, en donde su legado es uno de sus principales valedores como país para encarar el futuro. Y es una pena. La historia, su legado cultural, su arqueología, sus raíces, forman parte de las bases más sólidas de cualquier cultura. Si encima esta ligada en su pasado al descubrimiento del mundo, para que decir más. Forma parte de esa historia, posiblemente la mejor por contar como nos dice Jesus Calero, esa la de la edad moderna, con todo el desarrollo del estado, con el nacimiento de la ilustración con sus aventuras y desventuras, sus límites y sus retos que quizás haya que refrescar, porque esta desde luego muy olvidada en la actualidad. Rescatarla del pasado de manera original y actual es lo que Jose María Lancho, Salvador Amaya, Dalmau Ferrer y Arturo Pérez Reverte, entre otros, llevan realizando desde hace años con talento y sobresaliente aceptación en la ciudadanía, en la sociedad. Tiene todo el sentido del mundo. Eliminar esa capa de polvo centenario que impide leer bien esa historia con mayúsculas que poseemos. Los hechos del pasado, sin lugar a dudas nos permitiría atraer más inversiones; facilitar la internacionalización de nuestros proyectos e ideas; atraer un mayor número de turistas, y adoptar un papel más activo y una posición reforzada en los diferentes foros internacionales de toma de decisiones.
¿A que estamos esperando para que las empresas comprometidas con la sociedad española, utilicen sus soportes (colas de avión o lo que fuese), para dinamizar y generar conciencia gracias a nuestra rica historia, animando a los ciudadanos a compartir sentimientos de pertenencia a una sociedad moderna que, como la española, lideró y lidera avances en los más diversos ámbitos?. No estaría mal reconocer públicamente a todos esos españoles que contribuyeron en nuestra historia, además la haría mucho más atractiva y divertida para el público en general. Contar historias para mejorar la reputación, el desarrollo y la imagen de nuestro país. Muchos podían pensar, y no con poca falta de razón, que España está perdiendo prestigio mundial y que sería de utilidad recordar ue nuestro país ha sido cuna de talentos, como decían los cerebros de Norwegian, de reconocido prestigio internacional. Explorer of the new world.