Engaña o seduce, como quiera cada uno. Lo cierto es que el presidente ha perdido todo su ensalzado carisma entre los ciudadanos, Rajoy también le supera en las valoraciones de líderes en todas las encuestas, pero mantiene intacta su capacidad de seducción en la distancia corta.
Basta repasar lo ocurrido a algunos de “los más listos” de este país tras reunirse con él en La Moncloa el pasado lunes . Y digo listos en el sentido más literal del término puesto que se trata de cuatro importantes economistas, Luis Garicano, Juan José Dolado, Juan Francisco Jimeno y Samuel Bentolila, que el lunes estuvieron casi cuatro horas con Zapatero en La Moncloa y salieron persuadidos de que habían logrado convencer al presidente de que la reforma laboral tenía que ser más dura.
Estos cuatro economistas forman parte del grupo de “los cien” que presentaron hace un año una propuesta de reforma laboral que entonces era tabú para Zapatero. Este lunes creyeron haber dado la vuelta completa a la situación. El miércoles tendremos una reforma laboral mucho más contundente que la propuesta gubernamental que conocemos ahora mismo, contaron.
Y llegó el miércoles y llegó el chasco. “Doble decepción” titula hoy en El País su artículo uno de los asistentes a aquella reunión, Juan José Dolado. El presidente no ha hecho una sola cosa de la que estos economistas le aconsejaron. Tan contentos como salieron ellos de La Moncloa.
El problema para Zapatero es que estos cuatro economistas son socialdemócratas y el lunes todavía formaban parte de ese conjunto de socialistas que aún espera una transformación y recuperación de Zapatero. Ahora, son cuatro españoles más que pasan a engrosar el ya nutrido grupo de los engañados/seducidos por Zapatero. Y a este paso, nuestro presidente llegará al 2012 como el gran seductor o el gran engañador más solitario de la política nacional.
Zapatero
