Y de paso, se lo pega a su partido, claro está. Es la primera consecuencia de su moción de censura. Después, hay otras para toda España, pero de esas hablaremos en los próximos dÃas.
Sánchez intenta lo mismo que en 2015 y en 2016, llegar a la Moncloa sin ganar la elecciones y a cualquier precio. Y, como entonces, sus posibilidades son mÃnimas. Y, a diferencia de entonces, es impensable que su partido le dé otra oportunidad tras el previsible fracaso.
Sus posibilidades son mÃnimas porque, aún más que entonces, los partidos nacionalistas le van a exigir condiciones inasumibles, no para él, pero sà para su partido. Ya las han anunciado el PNV y el PDeCAT. Aceptarlas es la autodestrucción del PSOE. Y muchos más votos para Ciudadanos que sumarÃa a los votos provenientes del PP los votos del PSOE.
Si no las acepta y pierde la moción de censura, habrá logrado desgaste personal, desgaste para el PSOE e, igualmente, más apoyos para Ciudadanos, el gran beneficiado de la moción de censura de Pedro Sánchez.
Una moción de censura para desgastar a quien la presenta, para perjudicar al PSOE y para dar muchos más votos a Ciudadanos. Ni que la hubiera ideado Albert Rivera.
Sin categorÃa