La legitimidad, el derecho a gobernar, se adquiere en democracia sobre todo a través de las urnas, o, en segundo término, a través de grandes principios eticos y nacionales al servicio de un paÃs en momentos crÃticos.
Y Pedro Sánchez ha llegado a la presidencia sin ninguno de los elementos de legitimidad anteriores. No ha ganado las elecciones sino que, al contrario, las perdió por dos veces con los peores resultados históricos del PSOE. En segundo lugar, ha ganado una moción de censura construida sobre una mentira, la mentira de que hubo una sentencia que condenó al PP por corrupción y la mentira de que el Partido Socialista tiene menos problemas de corrupción que el PP. Y, en tercer lugar, ha llegado a la presidencia con el apoyo de los independentistas que le han votado para debilitar el Estado de Derecho y la unidad constitucionalista.
Comienza una presidencia vacÃa de legitimidad de consecuencias difÃciles de calcular porque ni siquiera quienes la provocaron calcularon que la iban a lograr. Sólo querÃan desgastar a Rajoy y se les fué la mano… Hasta ellos están asustados.
Sin categorÃa