Lo dice hoy el periodista y escritor Gay Talese en una entrevista de Pablo Pardo en El Mundo: “Los blogs han existido siempre. En mi época a los blogueros los llamábamos panfleteros. No es el periodismo que a mí me interesa“.
Es una crítica interesante, dejando a un lado la duda sobre esa “mi época” a la que se refiere Talese. Si Twitter no es útil para el análisis y la reflexión, lo defendí en el post anterior, ¿Qué ocurre con los blogs? ¿Sirven para el análisis y la reflexión? ¿O tienden al panfleto, como afirma Talese?
Creo que, en efecto, tienen ese peligro. En la medida en que los blogs están orientados al debate, buscan la provocación, el mensaje rápido y directo, la agilidad. Y todo eso se vuelve en ocasiones en contra de la profundidad, y tiene el peligro, además, del panfleto, como lo tiene cualquier estilo basado en la provocación.
Y, sin embargo, lo mismo que Twitter es útil para la información, creo que los blogs son necesarios para el debate. Esa es su función principal. Con la virtud añadida de que también permiten la reflexión, aunque sea en menos medida que el artículo clásico. El gran problema del periodismo de papel es que no permitía el debate y eso es lo que han aportado los blogs. Con la ventaja, respecto a Twitter, de que su formato facilita también el análisis y la reflexión. Permiten el debate, pero no destruyen la reflexión.
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