Confieso haber sentido cierto pánico en las escasas ocasiones en que he sido objeto de interés periodístico. Porque pudieran cambiar el sentido de mis palabras. O porque pudieran aplicar eso de que la realidad no te estropee un buen titular, peligrosa tentación en la que hemos caído alguna vez todos los que escribimos en un medio de comunicación.
Los compañeros de XL Semanal en este caso. Y es que cualquiera que lea completa la entrevista de ayer a José María Aznar sacará una impresión completamente distinta de la que se deduce de la portada de la revista o de los resúmenes realizados por otros medios de comunicación.
Quien se haya quedado con la frase de “Yo sé cómo salir de la crisis” o la de “Conmigo no se hubiera producido esta crisis” y se haya apresurado a llamarle chulo, engreído y todo lo demás, que vaya a la entrevista. Comprobará que lo que en realidad dijo es “Yo creo saber lo que España necesita para salir de la crisis”. Y que lo de “Conmigo no se hubiera producido esta crisis” se refería a Caja Castilla La Mancha y no a la crisis económica. Lo curioso es que es una de las entrevistas más prudentes y humildes que ha dado Aznar. Y cualquiera lo diría a juzgar por la que se ha armado.
Aznar