Es una pregunta retórica, por supuesto, ahora que coincide la indignación social generalizada contra la sentencia de La Manada con el posible anuncio de la disolución de ETA estos próximos días. Ahora que casi toda la sociedad, desde la extrema izquierda hasta la presidenta del Banco Santander, ha protestado por una sentencia de 9 años de cárcel. Hasta el ministro de Justicia, de nuevo esta mañana en Herrera en Cope, ha pedido que se revise la ley e incluso ha sugerido que hay que investigar al juez discrepante, al que ha pedido la absolución.
Todos ellos escandalizados porque unos tipos han sido condenados “sólo” a 9 años en lugar de a un mínimo de 22 que es lo que conlleva una condena de violavion en lugar de abusos sexuales. ¿Pero se han escandalizado igualmente por los 358 asesinatos de ETA que no han recibido ni condena ni siquiera detención alguna? ¿Clamarán contra la pretensión de impunidad de ETA en el anuncio de su disolución?
¿Saldrá la gente a la calle exigiendo la condena por esos crímenes? ¿Dirá Pablo Iglesias que siente “asco y vegüenza” como dice haber sentido por la sentencia, para él insuficiente, contra La Manada? ¿Exigirá el ministro de Justicia una revisión de la ley para impedir la impunidad de ETA? ¿Hablará la presidenta del Santander para expresar su indignación por esa impunidad?…
Por supuesto, sabemos la respuesta, porque hace años que asistimos a ella. La extrema izquierda y los nacionalismos están encantados con la impunidad de ETA, y a una buena parte de la sociedad y de las élites políticas, económicas e intelectuales no le indigna, ni siquiera le preocupa, que haya nada más y nada menos que 358 asesinatos sin detención ni condena alguna. Claman contra una insuficiente condena de 9 años y callan frente a la libertad de los asesinos de 358 personas.
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