Si el grado de amenaza de los extremismos para las democracias depende del número de sus adherentes, y creo que ése es un factor esencial, el fin de semana nos ha dejado una buena muestra fotográfica de cuál es el principal peligro extremista contra la democracia española.
La extrema izquierda mucho más que la extrema derecha. Basta con comparar las fotografías de las dos manifestaciones del sábado de Madrid. La extrema izquierda, por un lado, numerosa y apoyada, además, por algunos artistas relevantes y por miembros del partido de Gobierno.
La extrema derecha, por el otro lado, unas pocas decenas de personas, sin apoyos mediáticos, sin representantes de la élite artística, sin respaldo del principal partido de la oposición, en la pura marginalidad.