
Abro nueva sección en el blog, la de los extravíos populistas. El caso de hoy lo merece y la marea populista que vivimos, mucho más.
El caso es el de Laura González, una mujer condenada a pagar más de 12.000 euros por los impagos en un piso de alquiler. Ay! Pero se trata de una variante de desahuciada (y digo variante, porque ella se fue de la casa bastante antes de la sentencia) y, sobre todo, resulta que el casero de Laura González y quien le ha reclamado la deuda es Iñaki Urdangarin.
La identidad del casero, un hombre camino de ser condenado por cosas muchísimo más graves que las deudas de Laura González, da a nuestra protagonista coartada para erigirse en víctima y, aún peor, en un supuesto ejemplo moral. Y el periodista Jaime Moral y el periódico El Mundo le dan hoy la cobertura, aparentemente convencidos de que, en efecto, esta morosa condenada por impago tiene plena legitimidad para repartir lecciones morales.
Tras unas confusas y nada convincentes explicaciones sobre la forma en que dejó de pagar lo que debía, la morosa condenada da lecciones a Urdangarin:
“Si por mí fuera, se llevaba una somanta de palos que no veas, pero no por lo que me haya hecho a mí, sino por lo que nos ha hecho a todos. Es un hombre sin escrúpulos y un sinvergüenza”
“Si me quitan el sueldo, le prendo fuego a Marivent”
Y remata su madre, Romi:
“Urdangarin sigue manejando dinero y sigue disfrutando de muchos beneficios y de medios para tener una buena vida. Podría habernos robado millones y ahora le carga a mi hija los muertos”
Extravíos populistas: a los impagos se les llama ahora cargarte los muertos
Extravíos populistas