Nadie que visite Georgia debería abandonar el país sin haber escuchado sus fabulosos grupos corales. Los georgianos cantan como los ángeles. Generalmente lo hacen a tres voces, pero algunos de sus complejos grupos polifónicos puede llegar a combinar hasta siete voces independientes y simultáneas; algunas, con cierto grado de libertad; otras, inarmónicas o disonantes. En ocasiones, una sola masa coral encierra dos grupos que cantan con respiraciones aleatorias, características del canto ortodoxo, lo que produce un flujo incesante de sonido, sin pausas, como si nadie parara a coger aire, en el que las improvisaciones y disonancias se integran milagrosamente en una excelsa armonía. Cada región de Georgia utiliza un dialecto musical distinto, pero perfectamente reconocible.
Primero fueron canciones de guerra. Después, cantos religiosos. Las insuperables voces corales georgianas, que arrastran una tradición de tres mil años, siempre han sido cosa de hombres. Que nadie se ofenda, no es cuestión de poner a un género por encima del otro, sino simplemente constatar que, en el terreno vocal, las mujeres georgianas se han limitado secularmente a interpretar canciones de cuna y sonidos curativos.
En consonancia con los nuevos tiempos, hoy existen también en el Cáucaso notables grupos corales femeninos que interpretan canciones festivas y folclóricas, pero rara vez las mujeres cantan con los hombres, salvo en la región de Mingrelia. Y, desde luego, nunca cuando se trata de cantos sagrados, en los que los grupos polifónicos masculinos han logrado armonías insuperables, inspirando durante siglos la música sacra de toda la cristiandad, gregoriano incluido.
La polifonía y las armonías ya existían en Georgia cuando tanto Oriente como Occidente eran exclusivamente monódicos, tal como se desprende del propio canto Gregoriano, que discurre siempre en una única melodía. Muchos siglos antes de que Europa desarrollara el pentagrama, una evolución, por cierto, de las neumas gregorianas, ya eran legendarias las voces georgianas y sus inimitables polifonías, que en el año 2001 fueron declaradas con justicia Patrimonio Intangible de la Humanidad. El mismísimo Stravinski llegó a decir que “las polifonías georgianas son más importantes que todos los descubrimientos de la música moderna”
El tono peculiar con que cantan los georgianos ya desconcertaba a los musicólogos del siglo XIX cuando trataban de transcribir sus complejas polifonías al pentagrama al uso. Y es que sus sorprendentes y dificilísimas concordancias son tenidas por disonancias por la moderna teoría musical.
No seré yo, pobre ignorante en la materia, quien entre a pontificar sobre el asunto, pero les invito a que escuchen este video grabado en vivo a un grupo de aficionados en un ensayo de un día cualquiera. Juzguen por ustedes mismos (y perdonen la calidad del vídeo).
Si, tras escuchar el vídeo, se animan a visitar Georgia y conocer su proverbial hospitalidad y admirables canciones tradiciones, aquí pueden encontrar toda la información que necesitan:www.gnta.ge
Para dimes y dirites: seivane@seivane.net
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