Pocos saben que hace unos cien millones de años la cuenca del Ebro era un mar que remansaba en los primeros contrafuertes de la cordillera cantábrica. Con la orogénesis alpina que levantó el terreno desde los 200 m. de profundidad hasta los 800 m. actuales, aquel mar se fue convirtiendo en una serie de lagos de agua salada que se fueron desecando con el tiempo. Uno de los últimos fue el que se extendía por el curso alto del Pisuerga, donde aún pueden encontrarse numerosos fósiles y depósitos de sal, acumulados en el cuenco donde se abriga Salinas de Pisuerga, una joya escondida en la Montaña Palentina, que este año será el escenario de las Vacaciones Inteligentes.
Salinas es un pueblecito limpio, ordenado, tranquilo y con mucho encanto. No tiene más de trescientos habitantes censados, todos ellos orgullosos de su río, de su puente románico de nueve arcos, de su ermita de Quintanahernando, una joya del siglo XIII, cuyos muros lamen las aguas del pantano de Aguilar y de su imponente iglesia bermeja, donde descansan los restos de Luis de Velasco, Marqués de Salinas del Río Pisuerga y virrey de la Nueva España. Muchos se sorprenderán al saber que un pueblo tan pequeño cuente con farmacia, peluquería, supermercado, carnicería, pescadería, centro de estética y masajes, cuatro bares, tres restaurantes y tres hoteles. Uno de ellos, El Molino, situado sobre un antiguo cuérnago, cuyas aguas movían en el pasado la pesada rueda de piedra usada para la molienda del trigo, es ahora un hotel con mucho encanto, donde tendrán lugar del 1 al 10 de agosto las Vacaciones Inteligentes 2020, una muestra avanzada del ocio del siglo XXI. También hay un pequeño, aunque excelente, alojamiento rural, Doña Palmira, donde se sirven memorables desayunos, y modernos bares new age como Casa de las Campanas, que también brinda alojamiento y comidas. Sin embargo, el restaurante más afamado en toda la comarca es Escaramujo, cuya cocina creativa llena sus mesas cada día con precios más que razonables. ¡Ah! Y sin olvidar la famosa quesería de Santi, una visita imprescindible para todos, foráneos y locales.
Muy bien, pero ¿en qué consisten las Vacaciones Inteligentes?, te estarás preguntando ya. La revista TIME llevó a cabo hace algún tiempo una amplia encuesta para conocer los gustos de los europeos del siglo XXI en materia de vacaciones. Al parecer, los viejos esquemas de tumbarse todo el día al sol han pasado a la historia. Una mayoría de los encuestados dijo decantarse por actividades estimulantes para el cuerpo, la mente y el espíritu. Eso es exactamente lo que necesita hoy una sociedad golpeada duramente por la pandemia para superar el desgaste anímico que han supuesto los largos meses de confinamiento y la ominosa constatación de nuestra fragilidad individual y colectiva.
El programa de las Vacaciones Inteligentes se desarrolla en estrecha comunión con la naturaleza, y utiliza herramientas tan poderosas como el yoga o la meditación, así como excursiones por la privilegiada naturaleza de la Montaña Palentina, conciertos de gongs y cuencos tibetanos, charlas diarias sobre los más variados temas, desde la dieta o el cuidado del cuerpo a la historia del románico de la región. Si quieres recuperar tu equilibrio interior y explorar nuevas dimensiones y amistades, no encontrarás ningún plan mejor para este verano. No olvides que toda crisis es también una oportunidad.
Vacaciones Inteligentes, el Ocio del siglo XXI
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