El consumo excesivo de alcohol no sólo es peligroso para el desarrollo del cerebro de los adolescentes. Su efecto va más allá y puede también afectar al cerebro de sus hijos, haciendo que las futuras generaciones sean más propensas a la depresión, la ansiedad u los trastornos metabólicos, según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Loyola, en Chicago. El trabajo se ha presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana para la Neurociencia, que se celebra estos dÃas en San Diego, y reúne a más de 30.000 neurocientÃficos de 80 paÃses.
El estudio, que se basa en un modelo animal, encontró que en el consumo excesivo de alcohol en los roedores “adolescentes” altera los interruptores que encienden y apagan múltiples genes en el cerebro de sus crÃas. Cuando los genes se activan, ordenan a las células producir proteÃnas, que en última instancia controlan rasgos fÃsicos y de comportamiento. La investigación mostró que en la descendencia de los roedores adolescentes bebedores, los genes que normalmente están activados se apagaron, y viceversa.
El consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes es un importante problema de salud en Estados Unidos y Europa. Según algunas encuestas, el 21% de los adolescentes ha consumido alcohol durante los últimos 30 dÃas. Y entre los bebedores menores de 21 años, más del 90 por ciento del alcohol se consume en forma de atracones. El consumo excesivo de alcohol se define como el aumento de la concentración de alcohol en la sangre del 0.08 por ciento, el lÃmite legal para conducir y equivale a unas cinco bebidas para un varón y cuatro para una mujer.
En el estudio, un grupo de ratas de ambos sexos “adolescentes” fue expuesto al alcohol en cantidades comparables a seis episodios de consumo excesivo de alcohol. Posteriormente se sometieron a un periodo de abstinencia de alcohol, durante el que se aparearon. Las hembras se mantuvieron libres de alcohol durante todo el embarazo. Por tanto, cualquier efecto sobre la descendencia no podrÃan ser atribuidas a sÃndrome de alcoholismo fetal. Los roedores expuestos al alcohol se compararon con un grupo control de ratas que no fueron expuestos a alcohol.
En las crÃas de los roedores expuestos al alcohol, se examinaron los genes en el hipotálamo, una región del cerebro involucrada en muchas funciones, incluyendo la reproducción, la respuesta al estrés, los ciclos de sueño y la ingesta de alimentos. Los investigadores buscaron cambios moleculares en el ADN que invertÃan los interruptores de encendido y apagado en genes individuales. Encontraron 159 de tales cambios en los hijos de madres que habÃan bebido al estilo “botellón”, 93 cambios genéticos en la descendencia de padres “botellón” y 244 cambios genéticos en las crÃas cuando ambos progenitores fueron expuestos al consumo excesivo de alcohol.Â
El estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos muestra que los atracones de alcohol durante la pubertad provocan alteraciones en la metilación del ADN en el cerebro de las crÃas de la siguiente generación. La metilación es un mecanismo epigenético que regula la expresión del ADN en función del estilo de vida de cada persona.Â
El estudio es el primero en mostrar una vÃa molecular que indica que el consumo excesivo de alcohol en la etapa adolescente no solo puede causar alteraciones en la salud neurológica de los propios jóvenes que lo consumen sino también en las generaciones posteriores, cuando cualquiera de los padres ha abusado del alcohol.
Si bien los resultados de un modelo animal no se traducen necesariamente a los seres humanos, hay similitudes significativas entre el modelo de los roedores y los seres humanos, incluyendo su metabolismo del alcohol, la función del hipotálamo, y el patrón y cantidad de consumo excesivo de alcohol al que se sometió a los animales del estudio, señalan los investigadores.Â
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