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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

La concepción tailandesa de las relaciones internacionales (1)

Emilio de Miguel Calabia el

(Estatua del rey Ramkhamhaeng)

Los pueblos thai tienen su origen en el sur de China. Su sistema de gobierno tradicional eran las jeferías. Eran sociedades bastante igualitarias, donde había poca distancia entre el jefe y el pueblo. El jefe era visto como el padre del pueblo, una suerte de paterfamilias pero a gran escala. Los proto-estados tailandeses tenían conciencia de su origen común y había una cierta solidaridad entre ellos. Ojo, he dicho “cierta”.

Los pueblos thai descendieron del sur de China y comenzaron a ocupar las tierras ribereñas del Mekong y del Chao Phraya en un proceso que duró siglos. Tres elementos impulsaron este movimiento: la presión del imperio chino y de los han, la falta de tierras y el comercio, que fue una de las razones por las que a menudo escogieron los cauces de los grandes ríos para asentarse.

Desde muy pronto los tais interactuaron con el imperio khmer que estaba en su apogeo, aunque los primeros indicios de decadencia ya se dejaban sentir. Existe en Angkor Wat un friso en el que se ven los ejércitos del rey khmer marchando a la batalla. En una de las escenas, se ve a unos soldados que no guardan las filas y van charlando entre ellos, entre risas. Pues bien, ésos eran los mercenarios tailandeses. En los primeros protoestados thais los guerreros ocupaban una posición prominente.

La estela del rey de Sukhothai Ramkhamhaeng, que está datada en 1292, describe la visión idealizada de cómo debía ser un rey. Debía ser respetuoso con sus padres. Debía ser valeroso y tener cualidades marciales. No debía imponer demasiados impuestos y debía intervenir lo menos posible en los negocios de sus súbditos. Es un rey al que no gustan los ladrones. Examina las querellas entre sus súbditos con justicia y siempre está presto a escuchar sus cuitas. Existía la idea de que un rey justo, con mérito y respetuoso del dhamma haría que los campos fuesen fructíferos y los ríos rebosasen de peces. Se trata de una idea común a muchas culturas: que el mérito del rey lleva a la prosperidad del reino.

En esos siglos, las principales herramientas internacionales en manos de los jefes thais eran: el comercio, en tanto que añadía al poder económico del Estado; el poder militar, una de cuyas manifestaciones era la capacidad de lanzar raids exitosos contra los vecinos, lo que al mismo tiempo enriquecía al que los llevaba a cabo y debilitaba al vecino; los matrimonios para cimentar alianzas y la legitimidad que proporcionaba tener un cierto vínculo con Angkor que, pese a su incipiente decadencia, seguía gozando de prestigio cultural y religioso.

La ciudad de Ayutthaya, que se convertiría en el Estado que conquistaría y estructuraría el espacio Thai, fue oficialmente fundada en 1351, aunque seguramente su existencia era anterior. Ayutthaya era un Estado thai y era consciente de su vinculación étnico-cultural con los Estados thais del norte. Sus peculiaridades con respecto a estos fueron: 1) Su intensa dedicación al comercio, que se veía favorecida por su posición en los márgenes del río Chao Phraya próxima al mar; 2) Sus intensas relaciones comerciales con China, que le llevaron a adoptar modelos culturales chinos; 3) Su cosmopolitismo derivado de su condición de centro comercial; 4) De entre los Estados thais tal vez fuera el que más absorbió el modelo estatal de Angkor, que otorgaba un papel cuasi-divino a la realeza, muy alejado del modelo propuesto en la estela de Ramkhamhaeng. A la larga esto creó una suerte de esquizofrenia sobre el papel de la Monarquía. Por un lado el ideal era el del monarca benevolente y paternal, próximo a sus súbditos. Por otro, la realidad era la de un monarca ungido por la parafernalia ritual hindú, que gozaba de un poder omnímodo y estaba exaltado muy por encima y muy lejos de sus súbditos.

Ayutthaya fue gradualmente extendiendo su influencia hacia el norte. El proceso y las relaciones entre Ayutthaya y los Estados tais del norte no puede entenderse si lo analizamos mediante paradigmas westfalianos de soberanía territorial y súbditos reales. Las alianzas matrimoniales eran mucho más que alianzas políticas. Las reinas viajaban a sus nuevas cortes rodeadas de nobles, monjes y artesanos, lo que facilitaba los intercambios y la homogeneización cultural. Ayutthaya se convirtió en un polo de atracción por las posibilidades que ofrecía a comerciantes y a nobles que quisieran enriquecerse en la carrera de las armas. Si inicialmente los Estados del norte habían tenido ventaja en tecnología militar por su cercanía a las rutas comerciales terrestres que llegaban hasta el imperio chino, a la larga la posición cercana a la costa de Ayutthaya se reveló como una ventaja decisiva en lo que se refiere a la adquisición de tecnología militar, primero de los chinos y después de los europeos.

En el siglo XV, igual que sucedió en Europa, la creciente complejidad social hizo que el Estado de Ayutthaya comenzase a dotarse de una estructura administrativa más sólida. Inicialmente, como los Estados del norte, Ayutthaya había contado con cuatro departamentos: el que estaba a cargo de la ciudad, el que estaba a cargo de palacio, el que estaba a cargo de las tierras y la Administración en general y el que estaba a cargo de los ritos. En el siglo XV Ayutthaya se dotó de un nuevo departamento encargado del comercio, que fue más controlado ya que se había convertido en la fuente de ingresos clave. Asimismo en este siglo aparecieron dos ministros, el Kalahom y el Chakri, que adquirirían atribuciones sobre los territorios sobre los que se iba extendiendo la influencia de Ayutthaya y a la larga evolucionarían para convertirse respectivamente en las cabezas de la Administración civil y militar. Asimismo se establecieron rangos para la familia real y la nobleza. También ésta fue la época en la que comenzó la codificación de las leyes.

El primer contacto directo con los europeos los tailandeses lo tuvieron en 1511 con los portugueses, que acababan de conquistar el gran centro del comercio malayo, Malaka. La llegada de los europeos durante los primeros tres siglos no cambió ni la visión del mundo, ni la concepción de las relaciones internacionales de los tailandeses. Los comerciantes europeos eran poco más que sabandijas a los que se les podía concentrar en guetos y que habían de estar muy agradecidos a los soberanos tailandeses por el derecho a comerciar con Ayutthaya. Los europeos en general aceptaban este estado de cosas por las ganancias que obtenían y porque malquistarse con el rey podía llevar a ser expulsado del lucrativo comercio de Ayutthaya y,- peor todavía-, ser reemplazado por alguna otra potencia europea. Los europeos, eso sí, se convirtieron en una fuente interesante de armas de fuego (la tecnología europea era algo superior en este campo) y de mercenarios, sobre todo portugueses.

 

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