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¿Hubiera podido Alemania ganar la I Guerra Mundial? El Plan Schlieffen (y 2)

Emilio de Miguel Calabia el

En los primeros compases de la guerra, los alemanes se llevaron tres sorpresas desagradables. La primera fue que los rusos se movilizaron mucho más rápido de lo anticipado. El 17 de agosto de 1914 los primeros soldados rusos cruzaron la frontera de Prusia Oriental. La movilización les había tomado tres semanas (la movilización había comenzado en secreto el 25 de julio, antes de que la guerra estallase). De pronto los 150.000 alemanes del VIII Ejército se encontraron que tenían que resistir a los 230.000 rusos de los Ejércitos I y II.

Se ha criticado mucho a Moltke por haber perdido los nervios y haber detraído dos cuerpos de Ejército del frente occidental y haberlos enviado al frente oriental a donde llegaron cuando la batalla ya había sido ganada. Me parece una crítica injusta. En los primeros compases, los rusos consiguieron algunas victorias menores y había una gran disparidad de número. Detraer soldados del frente occidental tenía todo el sentido. Los rusos fueron derrotados por dos factores: la superioridad táctica de los soldados alemanes y la falta de coordinación entre los comandantes del I y del II Ejército. Lo primero podía ser esperable, lo segundo fue un regalo inesperado para los alemanes. En resumen, a diferencia de nosotros, Moltke en agosto de 1914 no podía saber que los rusos serían aplastados contundentemente por las tropas que ya estaban en el frente oriental.

La segunda sorpresa fue que los belgas y sus fortalezas fueron mucho más duros de roer de lo esperado, lo que hizo que la ejecución del plan empezase a acumular retrasos. Unido a la segunda sorpresa, estuvo la tercera: la entrada en guerra del Imperio británico. Entraba dentro de lo esperable que si Alemania rompía la neutralidad belga, el Imperio británico entraría en la guerra. Lo que no era tan esperable fue la rapidez con la que se produjo la declaración de guerra y el envío de las tropas británicas. El 23 de agosto, tres semanas después del inicio de la guerra, las tropas británicas ya estaban enfrentándose al I Ejército alemán en Mons, al sur de Bélgica. Fueron forzados a retirarse, pero no sin haber causado numerosas bajas a los alemanes.

El Plan Schlieffen funcionó razonablemente bien en las primeras semanas de la guerra, aunque con ciertos retrasos. Los franceses no paraban de perder terreno aunque, como señala Barbara Tuchman en la excelente “Los cañones de agosto”, mantenían la moral alta y la combatividad. Los oficiales alemanes más avezados se dieron cuenta de esto: los franceses se retiraban, pero ni huían, ni perdían la disciplina, ni abandonaban las armas. 

Para el 30 de agosto los alemanes ya estaban bien situados para realizar la maniobra envolvente final, aunque tenían dos problemas ante sí: el desgaste del ala derecha después de un mes de combates continuos y las dificultades de abastecer a unos ejércitos que habían avanzado tan deprisa.

Moltke introdujo entonces un cambio en los planes. En lugar de seguir avanzando hacia el suroeste para envolver París desde el sur, el I Ejército de von Kluck debería girar hacia el oeste para proteger el flanco del II Ejército de Bulow, que ahora era quien daría el golpe de gracia a las tropas francesas que quedarían atrapadas entre París y Verdún. Kluck no obedeció las órdenes, sino que giró hacia el sureste y, además, no informó inmediatamente a Moltke de su decisión.

El 5 de septiembre, las tropas francesas que no habían sido realmente derrotadas, contraatacaron. De pronto los I y II Ejércitos alemanes se vieron en inferioridad numérica (22 divisiones alemanas frente a 54 franco-británicas). El I Ejército, viéndose en peligro de ser envuelto, se redesplegó al norte del Marne, dejando un hueco de 40 kms con el II Ejército, que sería utilizado por los Aliados para contraatacar y frenar finalmente la ofensiva alemana.

Una aplicación del Plan Schlieffen, como estaba originalmente pensado, ¿habría dado la victoria a los alemanes? Yo creo que posiblemente les hubiera permitido infligir una dura derrota a los franceses, pero tal vez no sacarlos de la guerra. A diferencia de lo que ocurrió en la guerra franco-prusiana de 1870, no creo que la pérdida de París hubiera llevado a los franceses a pedir La Paz  Si un ala derecha debilitada con respecto al plan original, logró llegar a 30 kilómetros de París en cinco semanas, ¿qué no habría podido conseguir un ala derecha reforzada?

Otra cosa que puede decirse en favor de Plan Schlieffen es que, dado el sistema de fortalezas francés en la frontera, un ataque directo en ese frente, posiblemente hubiese llevado al Ejército alemán a estrellarse contra ellas. La prueba es que durante los cuatro años de guerra la línea del frente apenas se movió en ese sector. Una prueba adicional es el fracaso alemán ante Verdún en 1916. Circunvalar esa línea de fortalezas invadiendo la neutral Bélgica, era una idea brillante desde el punto de vista militar y un disparate desde el punto de vista diplomático.

No obstante, son muchos los que han criticado el Plan Schlieffen. Entre otros, Liddle Hart, uno de los principales teóricos e historiadores militares. Veamos algunas de las críticas:

+ El Plan introdujo un elemento de inflexibilidad en la planificación alemana. Tan pronto estallase el conflicto, sí o sí, había que movilizarse y lanzar un ataque fulgurante sobre Francia. Nada de negociaciones diplomáticas de último minuto o de intentar reducir el alcance del conflicto.

+ El Plan implicaba la violación de la neutralidad belga, aun a sabiendas de que ello probablemente acarrearía, como ocurrió, que el Reino Unido entrase en guerra. Los liberales, en el poder, eran contrarios a la guerra, mientras que los conservadores eran partidarios. Es probable que a medio plazo el Reino Unido hubiese entrado en la guerra para evitar una Europa continental dominada por Alemania. No obstante, sin la invasión de Bélgica, esa entrada en guerra se habría producido bastante más tarde de lo que se produjo en su día y en los primeros momentos de la guerra los alemanes no habrían tenido que hacer frente a la Fuerza Expedicionaria Británica.

+ Schlieffen había concebido su plan como una maquinaria de relojería perfecta, olvidándose de la máxima de Clausewitz de que tan pronto se dispara el primer tiro, aparece el elemento de la fricción,- lo inesperado, los imponderables-, que hace que hasta los mejores planes descarrilen.

+ El Plan no tenía en cuenta las realidades de la logística. Si un ala derecha debilitada ya tuvo algunos problemas de abastecimientos a finales de agosto, ¿qué no habría ocurrido con un ala derecha reforzada?

En mi opinión, el Plan Schlieffen, según estaba inicialmente concebido, sí que ofrecía algunas posibilidades de que Alemania derrotase a Francia en las primeras semanas de la guerra. Aunque Moltke lo aguó y cometió fallos en su ejecución (desvío innecesario de tropas al frente ruso y traslado de más tropas al ala izquierda), sus acciones tuvieron su razón de ser. No fueron locuras de un comandante insensato. Que contribuyeran al fracaso alemán en septiembre de 1914, es otra cuestión.

Una vez que el Plan Schlieffen hubo fracasado, la derrota de Alemania era cuestión de tiempo. Bloqueada por la marina británica, debiendo enfrentarse a dos grandes potencias industriales (Francia y el Reino Unido) y a un gigante demográfico (Rusia), teniendo a un aliado que sabía bailar el vals mejor que hacer la guerra, Alemania estaba condenada.

 

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