Ludmila Vinogradoff el 19 jun, 2015 Cuando Hugo Chávez estuvo preso por encabezar el golpe del 4-F en 1992 pedía de todo a la Fiscalía General para hacer más cómoda su reclusión, lo que sorprende que sus herederos en el poder lo hayan olvidado y no quieran “humanizar” las condiciones paupérrimas en que se encuentran los más de 70 presos políticos en las cárceles destinadas a los delincuentes. Cuando se rindió el 4-F Comparando las condiciones carcelarias de los golpistas del 4-F durante la Cuarta República con la Quinta (la chavista), no hay duda que Chávez vivió sus dos años de prisión de manera decente, por lo menos sus derechos fueron respetados mientras que los dirigentes opositores como Leopoldo López, Daniel Ceballos y Antonio Ledezma, presos de conciencia, denuncian que sus derechos han sido violados sistemáticamente. Los muertos del 4-F Por esa y otras razones López y Ceballos junto a otros 100 activistas se han declarado en huelga de hambre (López lleva 26 días en ayuno) por reclamar la liberación de los presos políticos, la fijación de la fecha de las elecciones legislativas con garantía de observadores calificados y el fin de la represión y censura. Releyendo las cartas que Hugo Chávez enviaba a Ramón Escovar Salóm, el fiscal general de entonces, nos sorprende lo zalamero y adulante que era para conseguir sus propósitos. El 11 de febrero de 1992, siete días después de su golpe de estado, desde los sótanos de la División de Inteligencia Militar, DIM, hizo las siguientes peticiones: Pedía: “un juicio abierto de cara al pueblo de Venezuela con libertad de prensa nacional e internacional. Jueces imparciales destinados al efecto lo más libres y menos manipulados posibles (criterio de la Fiscalía). Supervisión constante de la reclusión, traslados, alimentación y trato de oficiales, suboficiales y tropas en Caracas, Maracay, Valencia y Maracaibo por parte de la Fiscalía General”. También “consignación a los tribunales de todas las pruebas y elementos, sin permitir la desaparición ni construcción de evidencias que distorsionen los hechos y el rumbo del proceso. Adecuación de locales especiales de reclusión para los compañeros de Maracay, Valencia y Maracaibo pues tememos por su integridad física a manos de fuerzas represivas”. Y por último Chávez pedía “garantía de respeto y seguridad a nuestras familias y hogares, inocentes de todo este maremágnum”. La carta de Chávez Las peticiones La firma de Chávez Ojalá las autoridades actuales puedan recordar cómo los demócratas trataron a Chávez. Así tal vez suavicen el trato con los opositores presos. El ex presidente Rafael Caldera llegó hasta premiar al golpista con el sobreseimiento de la causa que es mucho más que el indulto pues le borra el delito de traición a la patria de por vida, ahorrándole la pena máxima de 30 años de prisión. Estuvo menos de dos años encarcelado. Rafael Caldera en algún momento se arrepintió del regalo que le hizo al golpista Chávez , quien de paso nunca se lo agradeció ni fue a su entierro. Lo confesaba en privado pero ya era tarde. Su soberbia nunca le permitió reconocerlo en público. política Tags antonio ledezmacárceldaniel ceballosGolpe del 4-FHugo Chávezleopoldo lopezRafael Caldera. Comentarios Ludmila Vinogradoff el 19 jun, 2015