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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

La extinción del caimán del Orinoco

Ludmila Vinogradoff el

El caimán del Orinoco corre el peligro de extinción. Siendo el segundo de su especie más largo del mundo que puede llegar a medir unos siete metros de longitud y pesar más de media tonelada, no escapa de la crisis que azota a Venezuela.

Su nombre científico es Crocodylus intermedius y es víctima de los depredadores humanos que mediante la cacería furtiva y la comercial buscan el aprovechamiento de sus pieles y su carne. En los restaurantes lujosos se puede pedir un plato exótico de carne de caimán. Y sus pieles se consiguen en bolsos y zapatos de las más costosas y exclusivas marcas.

Caimán hembra

Este caimán ha pasado de cazador a cazado. En la segunda mitad del siglo pasado y aún en la actualidad, la cacería incontrolada ha diezmado su población al punto que en 1996 lo declararon como una especie en “peligro crítico de extinción”.

Este reptil gigante vive en los llanos de Venezuela a la orilla del Orinoco y se alimenta de otros reptiles, anfibios, aves, roedores  y mamíferos.

Al principio de la década de los años 90 en el Hato El Cedral, ubicado al sur de Venezuela, en la región de los llanos cerca de la frontera con Colombia, se comenzó a desarrollar un Programa de Conservación, en el marco del Convenio entre la fundación ambiental privada Fundatrópicos (Fundación para la Conservación del Patrimonio Ecológico de Venezuela) y el Hato El Cedral  (Corporación Ganadera Bravos de Apure S.A.) cuyo propietario es el Estado venezolano.

Las condiciones ambientales del Hato El Cedral, que posee una extensión de 53.000 hectáreas, fueron propicias para desarrollar el programa de conservación del caimán, que arranco en los años 90 con el biólogo Saúl Gutiérrez Eljuri (+) y lo dirige desde el año 2012 el biólogo Eduardo Szeplaki Otahola  de FUNDATROPICOS y los  médicos Veterinarios Luis Merlo y Tulio Aguilera.

En esencia ha sido un programa de reintroducción  al medio natural  de ejemplares juveniles y adultos procedentes, sobre todo, de los zoocriaderos del  Hato Masaguaral, institución pionera en la conservación de esta especie,  y del hato Puerto Miranda, ambos ubicados en la bioregión llanera; adicionalmente se ha realizado  la reintroducción de ejemplares criados en el zoocriadero del propio hato El Cedral instalado desde el año 2012

Esta especie alcanzan la edad reproductiva entre los 8 y 12 años, las hembras pueden poner entre 40 y 70 huevos por año, en un nido construido en la arena y el cual vigila constantemente, siendo esta la etapa más agresiva de estos caimanes; pero  pueden compartir dicho nido con otras hembras.

un caimán bebé

Fundatrópicos  ha podido consolidar una población silvestre de caimanes del Orinoco, que hoy incluyen a 9 hembras adultas  reproductoras  de 3,5 metros de largo y de al menos 400 kilos de peso, que todos los años construyen sus nidos y ponen sus huevos en los mismos lugares,  y una población de tres machos adultos dos residentes y uno visitante, además de  un número superior a los 40 juveniles, que conforman la población de caimanes de este hato.

Cría de caimanes

Como resultado del programa se han liberado, hasta la fecha, 94 caimanes con talla y peso medio aproximado de 1 metro y 5,3 kilos respectivamente.

Fundatrópicos también viene desarrollando en la misma área y desde hace muchos años, un programa de conservación de la Tortuga del Orinoco, otra especie en peligro de extinción.

Ambos programas se encuentran hoy en graves dificultades, en vista de la escasez de alimentos para los animales y de recursos financieros para el apoyo logístico.

Caimán gigante

 

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