No es exagerar cuando decimos el que el ser humano es agua ya que alrededor de un 50 a un 60% de nuestro peso corporal corresponde a su contenido en agua y es de vital importancia mantener unos niveles adecuados, especialmente en las épocas más calurosas donde se puede ver más comprometido.
El agua desempeña múltiples funciones en nuestro cuerpo que hacen que este elemento sea indispensable para la vida. En ella se producen todas las reacciones químicas de nuestro organismo, es transportadora de nutrientes y oxígeno, regula la temperatura corporal, mantiene hidratada la piel, es lubricante de articulaciones y músculos y es necesaria en la digestión de alimentos y su excreción. Por lo que es de vital importancia prestarle la atención que realmente merece para mantener un estado de salud óptimo.
Durante las épocas de verano en las que las temperaturas son más elevadas, el cuerpo utiliza el agua para regular la temperatura corporal a través de la sudoración y es por esto que necesitamos consumir mayor cantidad de líquidos para mantenernos hidratados y es cuando nos surge la duda de ¿cuánta agua debo beber?
Según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) necesitamos consumir entre 2 litros de líquidos al día en el caso de las mujeres y 2,5 litros al día de líquidos en el caso de los hombres para mantener un estado saludable. Pero siempre debemos recordar que no todos somos iguales. Dependiendo de muchos factores, como son nuestra actividad, fisionomía, estado de salud y la edad pueden variar estas necesidades llegando a ser mayores.
Cuando hablamos de ingerir líquidos, no solo nos referimos al agua, ya que también podemos hidratarnos a través de la alimentación. Por ejemplo, las frutas y verduras son alimentos muy ricos en agua (90-95%), al igual que los pescados, los lácteos (yogures y quesos frescos) y los huevos que contribuyen en mayor o menor medida a esta hidratación. Por lo que la alimentación también va a tener un papel importante a la hora de mantenernos bien hidratados durante el verano.
Consejos para una buena hidratación en verano
- Como pauta principal en tu alimentación para mantenerte bien hidratad@ es primordial seguir unos hábitos de alimentación en los que las verduras, hortalizas y frutas sean abundantes. Por ejemplo, los gazpachos son una excelente manera de hidratarnos, ricos además en vitaminas, minerales y fibra.
- Incluye también más pescados en tu alimentación.
- Por supuesto, el agua debe ser tu bebida de elección. Si eres de los que el agua les aburre, puedes probar a hacer aguas de distintos sabores, son fáciles de hacer y están riquísimas. El agua de sandía es de mis preferidas y se hace en un segundo, o simplemente un agua con limón y hierbabuena.
- No esperes a tener sed durante el verano. Especialmente si estás expuesto al sol y/o practicando ejercicio físico.
- Reduce el consumo de alcohol ya que este produce deshidratación.
- Lleva siempre contigo una botellita de agua y si puede ser una pieza de fruta.
Por último recordarte que debemos tener especial cuidado en el caso de los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y lactantes que pueden estar más expuestos a sufrir una deshidratación. Puedes ayudarles ofreciéndoles regularmente agua o fruta.
Presta atención a tu hidratación y be water my friend
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
Otros temas de interés:
- La adaptación vegana del plato saludable de Harvard
- Cómo evitar toxiinfecciones alimentarias durante el verano
- Pizza de sandía, granizado con menta y polo con chocolate: recetas ideales para el calor
- El curioso efecto de la sandía sobre la sexualidad
- Hummus, ensalada, aperitivo y harina: recetas con garbanzos también en verano