Pasada una primera etapa de confinamiento en la que los reyes del supermercado eran el papel higiénico y los alimentos no perecederos como son las harinas, legumbres, pastas, arroz y conservas, hemos pasado página, ya conscientes de que no va a haber desabastecimiento, nuestra cesta de la compra ha dado un cambio de rumbo.
Según un estudio de la app Gelt parece que ahora nuestras preferencias están cambiando. La venta de cervezas, vino y otros productos alcohólicos ha aumentado considerablemente. Pasando a ser el segundo o tercer producto más adquirido.
Concretamente, con respecto a la primera semana de confinamientos se ha aumentado la compra de:
- Cerveza en un 77,65%
- Vino en un 62,7%
- Otras bebidas alcohólicas en un 36,58%
El estrés, la ansiedad y la falta de sociabilidad son factores clave que han determinado un aumento en el consumo de alcohol. Pudiendo, en muchas ocasiones, estar utilizándolo como efecto compensatorio a estas carencias.
Nos decimos: “me doy un capricho”, pero el alcohol de baja graduación… ¿es tan bueno como nos han contado? La respuesta es simple, impopular y clara: NO. Los beneficios en comparación con los perjuicios son como una motita de arena frente a un balón de baloncesto. Hay que ser muy prudente con estas recomendaciones y más hoy en día que nuestra salud es lo primero.
El consumo de alcohol nos puede llevar a debilitar nuestro sistema inmune y con ello reducir las defensas para luchar contra el virus. Por lo que es vital reducir al máximo su consumo. Descartando desde luego los bulos que nos aconsejan que el consumo de alcohol de alta graduación mata al virus. Sin duda, no matará al virus y acabará contigo y con tu salud.
Por su parte, la OMS recomienda (entre otras muchas medidas en cuanto al alcohol):
- Evitar su consumo
- No mezclar bebidas alcohólicas con medicamentos
- Permanecer sobrio para una correcta toma de decisiones en el caso de una alerta
- Cambiar el consumo de alcohol por la práctica de ejercicio físico en caso de que se consuma por estrés
Además, recalca la estrecha relación entre el consumo de alcohol y la violencia. Ahora, más que nunca, debemos cuidar nuestra salud y la de los que nos rodean. Son tiempos difíciles pero podremos con ello.
Si te apetece darte un capricho opta por otro tipo de bebidas no alcohólicas. Prueba a hacer combinados sin alcohol, hazte smoothies de frutas y verduras, que encima recargarás tu cuerpo con un extra de vitaminas y minerales y si crees que tu consumo de alcohol es causado por el estrés intenta practicar más ejercicio físico y, por qué no, adéntrate en el maravilloso mundo del mindfulness que te ayudará a mejorarlo.
Elisa Escorihuela Navarro
Dietista Nutricionista
Farmacéutica
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