El ghee o mantequilla clarificada ha tomado mucha fuerza en los últimos años. Es un tipo de mantequilla a la que se le ha atribuido cualidades y beneficios para la salud, así como cuenta con una gran capacidad de alcanzar altas temperaturas.
Su origen es indio y paquistani y antiguamente se realizaba con la leche de búfala. En la actualidad también se realiza con leche de vaca. La principal diferencia entre la mantequilla que todos conocemos tradicionalmente y la mantequilla clarificada es que, durante su elaboración, se elimina la parte de azucares (lactosa), proteínas (caseína) y agua, quedándonos solo con la porción grasa.
Ahora bien, si aplicamos calor durante más tiempo los restos sólidos se tostaran y darán un aroma, color y sabor característicos.
Diferencias entre la mantequilla y la mantequilla clarificada
- Mantequilla = grasas + proteínas + azúcares
- Mantequilla clarificada = grasas
- Mantequilla clarificada + calor (tostado) = Ghee
Al haber eliminado el agua de la mantequilla, el ghee tendrá un sabor más intenso y además, al someterla a un tostado, aportará un sabor muy semejante al de los frutos secos.
Además destacar que es apto para personas con intolerancia a la lactosa.
Propiedades y beneficios del ghee
Entre las propiedades y beneficios que se le atribuyen al ghee podemos destacar la presencia de ácido butírico, que está relacionado con la mejora de la salud intestinal y reducción de la inflamación, por lo tanto nos ayuda como preventivo del cáncer de colon y mejora enfermedades inflamatorias intestinales.
Además contiene vitaminas A y E (vitaminas liposolubles) y en comparación con la mantequilla presenta mayor cantidad de ácido linoleico, que es una grasa poliinsaturada relacionada con la disminución de grasa corporal y es cardioprotector.
Cómo preparar ghee en casa
No es tan complicado cómo puede parecer. Así que, te animo a hacerlo con esta receta tan sencilla. El ingrediente que vamos a utilizar es, o una mantequilla de búfala o bien una mantequilla de vaca (criada con pasto).
En primer lugar colocaremos la mantequilla en una cazuela y la calentamos a fuego lento, removiendo bien para que se derrita por completo. A medida que se va calentando saldrá una espumita, que es el agua evaporándose. Una vez que se haya evaporado toda el agua, verás que empieza a cambiar el color (esto es porque comienza el tostado). Una vez quede una capa de espumita fina en la parte de arriba es momento de retirarla del fuego.
Ahora solo tienes que filtrar con ayuda de una malla muy fina (para que no se cuelen sedimentos) y guardarla en un tarro de cristal que tenga cierre hermético y dejar que se atempere. A diferencia de la mantequilla, el ghee puede conservarse a temperatura ambiente unos tres meses.
¿Te animas a hacerlo? Si es así me encantaría saber que tal te ha quedado y que diferencias de sabores y aromas notas.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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