Nada más cruzar la puerta de El Caldero, nos recibe Juan. Sentimos un trato cercano, familiar y muy amable de quien iba a convertirse en nuestro guía durante esta noche. Además de recorrer la región de Murcia durante nuestra conversación en aquella cena, Juan iba a ser el encargado de elegir los platos que probaríamos en este restaurante del madrileño barrio de Las Letras. También fue elección suya el vino, un blanco murciano -verdejo- Sara Valero de las bodegas Señorío de Barahonda. Es el vino de El Caldero, que toma el nombre de la pequeña de la casa. tiene un sabor afrutado y cítrico, muy fresco. Es de Yecla.
Tras tomar un aperitivo de aceitunas y una sobrasada suave muy agradable, entramos en materia. Un par de entrantes. Para abrir boca, unas berenjenas fritas con arrope y miel. Una salsa densa acompañaba a unas finas rodajas de berenjena bien fritas y nada aceitosas. Deliciosas.
Como segundo entrante, un pulpo asado al estilo murciano. Coronado con cebolla frita, estaba servido sobre una cama de patata machacada con pimentón y alguna hortaliza. Lo cierto es que el pulpo estaba verdaderamente tierno y me gustó mucho acompañarlo de la patata machacada con el pimentón. Un puré algo más denso que concentraba bastante el sabor y que reforzaba un plato que directamente entraba por los ojos. El pulpo siempre es un acierto pero nunca lo había tomado con cebolla frita y crujiente y me encantó.
En cuanto al plato principal, un arroz. Aquí entramos de lleno en la Región de Murcia, con una gastronomía que merece mucho la pena ser conocida. Nos dejamos recomendar por Juan, que acertadamente puso sobre nuestra mesa un delicioso arroz al caldero. Se prepara en cocina y en sala se sirve como puede verse en la imagen que preside esta entrada. Se trata de un arroz típico de la zona, muy, muy sabroso gracias a un fumé de pescados de roca. Es limpio, solo lleva gambas peladas, y en El Caldero lo acompañan de tres tipos de alioli. El tradicional, otro de ajetes y un tercero hecho con ñoras.
A la vez sirven una ración de pescado, eso sí, separado del arroz. Nosotros probamos el mújol, un pez de sabor fuerte procedente del Mar Menor. En esta ocasión lo prepararon con un caldo de pescado y gratinado con tomate y alioli.
El Caldero lleva abierto desde los años 70 y en los últimos meses ha renovado su estancia y la carta, con platos tradicionales y otros algo más desconocidos que al amante de la gastronomía le gustará descubrir. Hace arroces y fideuás para llevar y ha incluido platos como el hinojo asado y caviar de berenjena con vinagreta de hierbas y queso de cabra o las alcachofas y espinacas con uvas pasas, piñones y crema de patata al ajillo. También otros con pescados como el pez limón y el mújol y una variedad de guisos como el de trigo y legumbres con chato murciano; la olla fresca con judías, arroz y morcilla de cebolla; el de cordero con alcaciles y pésoles o el potaje de espinacas con albóndigas de bacalao.
Y llegamos al postre, que acompañamos con un dulce Pedro Ximénez. Por un lado, la tarta de galletas. Un sabor clásico, de los de toda la vida. Galletas cubiertas con chocolate, acompañadas de mini Oreo.
Para terminar (o casi) unos clásicos paparajotes murcianos. Una masa de harina, huevo y ralladura de limón frita con una hoja de limonero en su interior. Un postre tradicional, y quizá el más representativo de la huerta murciana, que estaba exquisito. En El Caldero lo acompañan de una bola de helado de vainilla y sirope de caramelo, fresa y chocolate al gusto.
Y antes de cerrar, el capricho. Qué bien hizo Juan en recomendarnos el café asiático. Una preparación también típica de la Región de Murcia que consiste en preparar por capas un café con leche condensada, licor 43, brandy, espuma de leche y granos de café. Un apetitoso final digno de empezar a preparar en casa y que sin duda es muy recomendable para poner punto y final a una muy buena velada en El Caldero.
Dirección: C/ Huertas, 15. Madrid
Tlfn: 91 429 50 44
Precio medio: 30 euros. Menús para grupos: entre 25 y 35 euros.
Cocina tradicional Diego Moreno Bermejoel